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Urbanismo

Una decena municipios de l'Horta revisan sus planes generales para limitar su crecimiento

Solo Torrent prevé en los estudios previos 9.000 casas nuevas y duplicar la superficie industrial que tiene actualmente

Una decena municipios de l'Horta revisan sus planes generales para limitar su crecimiento L-EMV

Lejos de los planes expansionistas de hace más de una década, que afectaron a los distintos planeamientos que se programaban en la comarca de l'Horta en los que se diseñaban espacios con miles de viviendas, actualmente una decena de municipios está en proceso de revisión de su Plan General de Ordenación Urbana aunque, en general y a excepción de Torrent, desde una perspectiva más proteccionista y que busca regularizar situaciones, obtener suelo para equipamientos o adaptar su situación a las nuevas normativas vigentes.

El caso más delicado es el de Alboraia, que en 2010 y con gobierno del Partido Popular sometió a exposición pública un PGOU en el que se incluía la gran operación del traslado del centro comercial a la huerta y la construcción de la Marina, que luego anularon los tribunales. El plan está paralizado desde la llegada de los nuevos gobiernos porque suponía adquirir 170.000 metros cuadrados de huerta en activo para compensar el crecimiento urbano y cumplir la ley respecto a los metros de zona verde por habitante.

Ahora, el consistorio está a la espera de que se apruebe de forma definitiva el Pla de l'Horta (Patodhv) que permitirá computar suelo protegido por zona verde «de forma que podemos planificar un crecimiento mínimo», explica la edila Ana Bru. En los planes del ejecutivo socialista es desarrollar un sector en la Riquera para obtener suelo donde construir el colegio Ausiàs March (que se reclama desde hace una década) y el tan reivindicado instituto. La zona verde la concentrarían en el paraje dels Peixets aunque esta medida impediría su protección.

En Quart de Poblet, el consistorio puso en verano a exposición pública los documentos preliminares del nuevo PGOU que rotula tres millones de metros cuadrados de huerta protegida, amplía el área de protección del núcleo histórico cpon el objetivo de catalogar más viviendas y ampliar la superficie industrial en 100.000 metros cuadrados, de forma que se regularizaría un área junto al polígono de l'Olivereta.

Otro de los municipios que está en plena revisión de su PGOU es Meliana para ajustarlo al Pla de l'Horta. El alcalde, Josep Riera, ha explicado que el objetivo es «corregir espacios internos a los que no se ha dado solución desde la última revisión», especialmente en las zonas que limitan con València aunque «no se prevé un crecimiento a gran escala».

Por su parte, Tavernes Blanques han pedido una prórroga para modificar su PGOU actual. Para ello, el consistorio ha llevado a cabo un proceso de consulta ciudadana que acabó la semana pasada en el que se ponen a debate «proyectos viables dentro de las posibilidades del pueblo» para que «la ciudadanía elija los que quiere que se lleven a cabo». La encuesta ha revelado que los asuntos que más preocupan son la movilidad en transporte público a la ciudad de València y preservar el «poco espacio de l'Horta que nos queda».

Torrent es, por ahora, la nota discordante en la comarca respecto al futuro crecimiento urbano. Una empresa externa, contratada por la empresa municipal Nous Espais, lleva más de un año preparando estudios sobre el nuevo PGOU. En una de las sesiones celebradas antes del verano, se pusieron encima de la mesa algunas cifras como la previsión de que Torrent alcance en 2025 los 100.000 habitantes, frente a los más de 80.000 que tiene ahora. Para ello se calcula un crecimiento urbanístico de 9.000 nuevas viviendas en urbanizaciones como Monte-Real, Morredondo, El Pantà, Monte-Levante o Santo Domingo -en menor número y en forma de adosados- y pastillas de suelo pegadas al casco urbano como la Foieta, en la partida a continuación de la calle Munich, en Parc Central; o el Safranar, zona de huerta entre la vía férrea y la ronda del mismo nombre.

Esta planificación fue, de entrada, criticada por Compromís, que entendía que se estaba repitiendo el modelo del pasado «que provocó la burbuja inmobiliaria y la crisis». El gobierno socialista en minoría que los primeros estudios eran «solo un punto de partida».

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