A partir del 3 de noviembre los cerca de 6.000 vecinos del Barrio Orba de Alfafar van a tener que desplazarse hasta Massanassa para realizar tareas tan rutinarias como sacar o ingresar dinero. La última sucursal bancaria que quedaba ha mandado una carta a todos sus clientes anunciándoles que a partir de dicha fecha cerrará. Bankia no solo cierra la oficina sino también el cajero, y remite a todos sus clientes a la más cercana situada en la calle Josep Alba i Alba de Massanassa, situada a 600 metros. Una distancia que es difícil de solventar para la gente mayor, que es precisamente la mayoritaria en este barrio.
Esta decisión se agrava con el hecho de que la otra entidad bancaria que se ubicaba en Orba, el Banco Sabadell, que absorbió a la antigua CAM, ya cerró su oficina antes de verano y solo mantiene el cajero. La sucursal más cercana también está en Massanassa pero lindando con Catarroja, a casi dos kilómetros.
Esta situación denunciada por los vecinos ha llegado hasta el Ayuntamiento de Alfafar quien ha intentado intermediar con ambas entidades bancarias, aunque sin éxito. «Al conocer la intención de cerrar y dejar al barrio Orba sin asistencia bancaria nos pusimos en contacto con el jefe de zona. Nos dijeron que era una decisión de Madrid, que quiere rentabilizar sucursales con tendencia a crear una banca electrónica», explicaba ayer el alcalde Juan Ramón Adsuara (PP).
El primer edil opina que la mayoría de clientes de esta sucursal es de avanzada edad y «para muchos es inviable hacer los trámites vía ´on line´» y, por supuesto, tener que desplazarse hasta la localidad limítrofe para simplemente sacar dinero. Es por eso que, ante las negociaciones fallidas, el PP presentará una moción en el próximo pleno «donde pediremos el apoyo de todos los partidos políticos para que el ayuntamiento no contrate ningún producto financiero con ambas entidades, en apoyo a los vecinos del Barrio Orba».
Una moción apunta a ser aprobada ya que el PSPV, antes de conocerse el cierre de Bankia, ya llevó el mes pasado al pleno otra propuesta que fue respaldada por todos los grupos, en la que se mostraba su rechazo a la decisión del Sabadell de cerrar la sucursal, y se instaba al ayuntamiento a cortar toda relación con la entidad. Además, propusieron el inicio de una campaña de recogida de firmas para que reconsiderase la decisión del cierre. «Ahora, la situación se agrava mucho más. No podemos quedarnos de brazos cruzado, los vecinos de Orba merecen una atención bancaria», asegura la portavoz socialista, Rosa Ruz, quien ha convocado una reunión de urgencia con su grupo.
Apuesta por la banca digital
Bankia ha remitido una carta a sus clientes en la que comunica el cierre de la oficina a partir del 3 de noviembre, debido a que «el impulso de la banca digital hace que estemos concentrando nuestra red de oficinas y como consecuencia de ello les comunicamos que cambiará la localización de su oficina». Asimismo, añade que «para que siga teniendo de cerca nuestra atención presencial le seguiremos prestando nuestros servicios en la sucursal de Massanassa donde sus productos serán trasladados de forma automática, sin la necesidad de hacer gestiones personales». Además, en la puerta de la oficina hay colgado un plano con la ruta para ir hasta la sucursal de Massanassa. Fuentes de Bankia explicaron a este diario que están fusionando oficinas pequeñas y «ahora la de Massanassa tendrá siete empleados (por los tres actuales de cada una), de los que dos serán asesores financieros, empleados que antes no existía en ambas». La entidad insiste en que busca «dar el mejor servicio».
