La Junta de Gobierno Local de Torrent ha adjudicado por 24.805 euros el proyecto de intervención en el palacete que diseñó el arquitecto Cortina, con el objetivo de conocer el coste de una restauración integral, así como las medidas más urgentes que se han de adoptar.
El bello inmueble es actualmente de propiedad privada y, desde hace una década, está inmerso en un expediente municipal con recursos y procesos judiciales, que persigue salvaguardarlo, ya que fue declarado Bien de Relevancia Local.
No obstante, una sentencia judicial tumbó todo el proceso y obligó a comenzar de cero, dado que el ayuntamiento no había cuantificado previamente el coste, a la hora de requerir al dueño intervenciones de conservación.
Ahora, el consistorio ha adjudicado la redacción del proyecto con el que conocerá, a través de un informe externo, más allá de los elaborados por los técnicos municipales, qué medidas son las más urgentes para evitar que se caiga.
Asimismo, según explica la concejala de Urbanismo Inma Amat, el proyecto externo que se elabore ha de determinar si el inmueble está en ruinas o no, para que el consistorio pueda decidir qué acciones ejecutar, en base a la legislación vigente.
Expropiar o no
Por último, el estudio debe determinar el precio que supondría una rehabilitación integral, para que el ayuntamiento sepa qué porcentaje puede exigir al dueño que ejecute, según la ley, y cuál ha de ser asumido con fondos municipales. «De esta forma, pasaríamos a decidir si lo expropiamos o si seguimos adelante con el procedimiento actual», señala la edila. La plica se ha adjudicado a la empresa «Veges Tu Mediterrània» que ha diseñado actuaciones como la de la plaza Redonda, cuyos técnicos tendrán seis meses para elaborarlo. El objetivo de Amat es que, una vez esté hecho, comenzará a requerirle al dueño las medidas prioritarias para evitar que acabe derribándose.
El palacete de Cortina está en elevado estado de deterioro a causa de la falta de mantenimiento de sus dueños y de las numerosas entradas irregulares para expoliar sus materiales. Precisamente, algunos de los requerimientos del consistorio al dueño eran para que pusiera medios que evitaran las entradas.
En la actualidad, la puerta trasera presenta signos de haber sido forzada en varios ocasiones y las visagras están sujetas con alambres y piedras, y una de ellas descolgada. Tampoco está ahora la cadena que impedía la entrada, lo que puede indicar que persisten los accesos irregulares para expoliar materiales como la azulejería y cometer actos vandálicos que seguirían deteriorando el inmueble
