No todo está perdido y Manises puede tener su oportunidad. El ayuntamiento está intentando reducir al máximo el impacto que supondrá para el municipio el desdoblamiento de la N-220 aprobado por el Ministerio de Fomento, y como suele pasar en estos casos ha recibido una noticia buena y una mala.
El departamento gubernamental ha explicado a este diario, que el proyecto para ampliar el trazado de la N-220 entre el aeropuerto de Manises y la V-30, pasando de un carril por sentido a dos, está aprobado desde hace más de dos años, tras superar el proceso de información pública y el periodo de alegaciones de las partes afectadas, y la emisión de la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental.
Por este motivo, fuentes oficiales de Fomento aseguran que la alternativa planteada por el ayuntamiento en la reunión mantenida hace unas semanas con responsables de la Demarcación de Carreteras, «no se puede abordar en este expediente».
El alcalde Jesús Borràs y el concejal de Urbanismo, Àngel Mora, acudieron a aquel encuentro con un análisis sobre el proyecto de ampliación de la N-220, elaborado en colaboración con el departamento técnico de la Generalitat. En el pequeño dossier presentaban dos alternativas con las que, a su juicio, se mejoraría la movilidad de sus vecinos y se aminoraría el impacto que supondrá la obra para el municipio.
El nuevo trazado aprobado por Fomento con un coste de más de 68 millones de euros, contempla convertir los casi tres kilómetros de longitud de carretera en una autovía con dos carriles por sentido. Parte del recorrido, como ocurre ahora, atravesará Manises. Para ello se ejecutará un falso túnel que, además de los dos carriles por sentido, contará con otros dos, uno por cada margen, para entrar y salir del municipio. Estos dos accesos desembocarán en la rotonda situada en Pintor Pinazo, aumentando su tamaño de forma considerable. Sobre el paso inferior de ejecutaría un jardín, pero los ramales de entrada y salida serían a cielo abierto, únicamente separados con pantallas acústicas, lo que causaría ruido y contaminación para el municipio.
Manises puso sobre la mesa, eliminar esos dos ramales y apenas modificar la conocida como Glorieta de la Paloma. Además, el jardín sobre el falso túnel sería mucho más grande. Por contra, los accesos de entrada y salida a Manises desde la N-220 serían a través de una glorieta en altura frente al aeropuerto. La alternativa aprovecharía parte de los ramales que conectarán la nueva autovía con la terminal aérea, y permitiría a los vecinos una conexión directa con la N-220 a través de la calle Rosas. En la propuesta del consistorio se plantean otras actuaciones como alargar la zona cubierta del falso túnel o la ubicación exacta de la pasarela ciclopeatonal para acceder hasta el aeropuerto.
Viabilidad técnica
Al respecto, Fomento sostiene que el planteamiento de Manises «no se puede abordar en este expediente», al estar ya aprobado y pendiente de licitación. Ahora bien, el ministerio valora que se inicie un nuevo expediente para llevar a cabo la construcción del nuevo acceso al municipio a través de la glorieta, y que podría ser compatible con el desdoblamiento de la N-220. En este sentido, el Gobierno apunta que el documento que presentó el ayuntamiento en la reunión con Carreteras, «no incluye el grado de detalle necesario para conocer la viabilidad técnica de la alternativa propuesta, por lo que deberían presentar documentación adicional con información suficiente para comprobar que su proyecto es compatible con el del ministerio y que cumple con la normativa técnica de carreteras». En el caso de que Fomento diera luz verde al proyecto, este debería superar toda la tramitación administrativa pertinente por lo que su ejecución, por plazos de tiempo, no iría aparejada a la actuación de desdoblamiento de la N-220.
