Uno de los aspectos del plan de Fomento que gustó a los mandatarios es el anuncio de que habrá una comisión mixta entre la Generalitat y el Ministerio que será la encargada de supervisar la ejecución de las obras. «Los pueblos tenemos que estar en esa comisión mixta», reivindicó Michel Montaner, impulsor de la Declaración de Xirivella cuando era alcalde de ese municipio. Por su parte, Elvira García y Guillermo Luján coincidieron en señalar que «es una garantía que la conselleria vaya a estar controlando». Por su parte, Ricard Barberà también señala que la negociación de la conselleria ha hecho posible que Fomento impulse este plan.
La mejora de la C-3 es una reivindicación de las entidades vecinales de la zona, agrupadas en la Plataforma pel Transport Públic, cuyo presidente, José Luis Sanz, mostraba ayer su preocupación por los plazos en los que supuestamente se ejecutará el plan. «Cinco o seis años más son demasiados teniendo en cuenta la precariedad de transporte público que tenemos en estos tres municipios», dijo.
El dirigente recordó que de los 130 años que tiene la línea de tren «aunque Aldaia tenía estación Alaquàs y Xirivella solo durante seis o siete años tuvimos un servicio mínimamente digno (cuando se aumentaron las frecuencias), hasta que la obra del AVE interrumpió el servicio.
«No es de justicia que hayamos pasado diez años con un servicio tan deficiente y que ahora tengamos que esperar cinco o seis más a que se ejecute una obra que tenía que haberse realizado hace veinte años», señala José Luis Sanz. El presidente reconoce que, si finalmente se realiza el proyecto, se reducirá el tiempo de trayecto aunque «no solo pedimos eso, sino que se acuerde una integración tarifaria con el resto de transporte metropolitano, que nos permita disfrutar de bonos y otras opciones, y se acabe con la discriminación que sufrimos».
