«Diferències de gènere en coneixements i actituds adolescents davant la diversitat sexual» es el nombre del estudio que ha elaborado el Gabinete Psicogedagógico Municipal del Ayuntamiento de Torrent entre el alumnado de segundo de ESO. Sus conclusiones, que ayer presentó la psicóloga Chelo Claramunt, acompañada de la concejala de Educación, Patricia Sáez, serán «un punto de partida» de futuras políticas que emprenda la institución.
El estudio se ha realizado a 21o estudiantes de entre 13 y 15 años de los cuatro institutos públicos y dos de los 11 centros concertados. El cuestionario se complementó en 2016, un curso en que la promoción de ese nivel era de 1.100 personas. Tras ser autorizado por la Conselleria de Educación y los consejos escolares, también los padres y madres tuvieron que firmar el consentimiento. Y en ese proceso, una parte importante del alumnado se quedó por el camino. De ahí que más que una radiografía completa, los responsables del proyecto consideran que es una primera aproximación.
El cuestionario se componía de una Batería de Instrumentos de Evaluación en Educación Sexual y una encuesta específica sobre diversidad social elaborada hace años por un colectivo LGTB que ya han aplicado otros ayuntamientos.
Los resultados se agrupan en seis capítulos: familia, información, comunicación familiar, orientación y experiencia sexual, conocimientos y actitudes, y diversidad sexual.
Las conclusiones apuntan a que los adolescentes varones creen tener más información sexual que las mujeres, si bien la encuesta demuestra que el nivel de conocimiento real de ambos es escaso. Respecto a la comunicación en la familia, la mitad asegura que puede hablar de sexo con sus padres (las chicas prefieren a sus madres y los chicos a ambos) pero un tercio no habla de este asunto con ellos.
Un 90% de las personas encuestadas se declara heterosexual en exclusiva, mientras que un 3% dice que es homosexual, un 1,4 reconoce su bisexualidad y un 4% no lo tiene claro o no contesta.
Un tercio del alumnado dice no tener ninguna experiencia sexual (en el cuestionario se pregunta desde besos o caricias hasta el coito). Respecto a los que contestan afirmativamente, las cifras varían según la práctica.
Sobre la diversidad sexual, las respuestas indican que los adolescentes identifican a las personas LGTB más por la televisión o las películas que en su entorno. Aunque en general normalizan la homosexualidad, un 24% de los chicos asegura que lo acepta siempre que no se exprese en público (técnicamente «homofobia liberal») y un pequeño porcentaje afirma que siente «asco», especialmente si es entre hombres.
Un 93% considera incorrecto que las personas homosexuales tengan un trato diferente y un 56% lo considera injusto. La mayoría afirma haber presenciado violencia contra el colectivo LGTB (desde insultos, amenazas, golpes a agresiones). Además, un tercio de los varones reconoce haber sido el agresor (insultos y burlas), un nivel más elevado que en las mujeres. Y respecto a las víctimas, entre un 13 y un 20% afirma haber sido objeto de ellas.
