El gobierno de Mislata presentó ayer la liquidación del presupuesto de 2017, que se ha cerrado con un remanente positivo de tesorería de 3.079.215,78 euros. Por séptimo año consecutivo, las cuentas del ayuntamiento cierran con superávit, una circunstancia que, en palabras de la portavoz y concejala de Hacienda, Mª Luisa Martínez Mora, «demuestra una vez más la eficacia de la gestión económica y consolida la estabilidad de las arcas municipales».

De momento, estos superávit sólo pueden destinarse a pagar a los bancos porque así lo obliga la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Para este 2018, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, decidió por fin atender las reivindicaciones de los alcaldes y se comprometió con el presidente de la Federación Estatal de Municipios y Provincias (FEMP), Abel Caballero, a aprobar en marzo un decreto para permitir que aquellos ayuntamientos que han hecho los deberes puedan ejercer su autonomía municipal.

A pesar del compromiso, el ministro sigue sin cumplir su palabra, por lo que el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, reclama al Gobierno de Rajoy que «cumpla de manera urgente con lo que ha prometido y nos permita de una vez destinar el superávit a políticas sociales, a crear empleo y a aquellas cuestiones que dentro de la autonomía local creamos conveniente para mejorar nuestra ciudad». Bielsa considera injusto que durante años hayan sido los bancos quienes se han beneficiado de la buena gestión económica de los ayuntamientos: «Exigimos que los frutos de nuestra gestión sirvan para ayudar al progreso de nuestra ciudad», concluye Bielsa.