El fútbol fue injusto. Porque, pese al resultado, el Levante UD mereció mejor suerte. La veteranía es un grado. Aunque suene a tópico, así es. También vale eso de que los viejos rockeros nunca mueren. Porque David Navarro, Juanfran y Pedro López, pusieron su experiencia al servicio del equipo. Su liderazgo se evidenció en varias ocasiones.

Rubi presentó una defensa de ex valencianistas. Se da la circunstancia que tres de los cuatros juradores que ayer trataban de evitar que Rubén recibiera un gol, tuvieron un pasado en el club de Mestalla. El entrenador catalán recuperó a Pedro López para el lateral derecho, no contaba para Lucas Alcaraz, y presentó una pareja de central que también han pasado por el Valencia CF: David Navarro y Juanfran.

Era en el regreso de los viejos rockeros donde iba a estar el partido. La defensa del Levante UD era novedosa, una ruptura por completo con el pasado, y era una línea que apenas ha tenido tiempo para ajustarse porque la llegada de Rubi fue a toda prisa. Porque, además, el Valencia CF estaba enfrente con un delantero de talla internacional como es Paco Alcácer.

Rubi reforzaba el centro del campo con Simao, todo músculo para esa parcela, además de juntar a Lerma, un pulmón, y la técnica de Camarasa. Morales se mantenía en una banda, pero con coberturas de Pedro López y las espaldas más seguras, y Rubén caía hacia el otro costado.

La punta del ataque era para Roger. Era una pena que, ante una defensa de circustancias como la del Valencia CF, con Santos y Vezo como centrales, el conjunto levantinista no tuviera un nueve de más empaque y no pudiera contar con el canguro Deyverson. Así se evidenció en la primera mitad con ocasiones de todos los colores para Morales, Rubén, Roger y hasta Juanfran que no acabaron en gol.

Rubi optó por variar el sistema de 5-3-2 y utilizar el 4-1-4-1 tan de moda en el fútbol y que usan los equipos a los que les gusta disfrutar de la posesión del balón. Del toque. Del buen trato a la pelota partiendo de la contención de Simao por delante de la zaga.

Pero el partido estaba en la defensa. Desde ahí es desde donde el Levante tenía que sacar algo positivo en el encuentro. Tratar de ajustar atrás, de cerrar su portería, y hacer que el factor campo jugara en contra del Valencia CF. Quizá por ello Rubi optó por la experiencia. Es cierto que Pedro López no contaba, y que David Navarro llevaba mucho tiempo sin jugar, pero ambos están curtidos en mil batallas y saben de lo que va esto.

Y como ya hemos dicho, durante la mayor parte del encuentro el Levante UD, gracias a jugadores recuperados para la causa, fue mejor equipo que el Valencia. Incluso se escucharon pitos a Nuno y a favor de Negredo en el campo. Pero un penalti en una precipitación de Rubén, y una acción desafortunada de Juanfran, condenaron al equipo de Rubi. El tercero ya ni cuenta. Sin embargo, y por lo visto ayer, la imagen del equipo invita al optimismo.