«El partido se puso complicado cuando nos echan a un jugador con muchos minutos por jugar, aunque estaba controlado. Nos cargamos de tarjetas y el equipo hizo un esfuerzo para sacar un punto. Eso hay que valorarlo» ,explicó Juan Ramón López Muñiz a la conclusión del encuentro.

El técnico realzó la «tranquilidad» de su equipo. «Se jugó con mucha tranquilidad porque lo requería el partido. Hubo demasiadas tarjetas para un partido sin faltas ni patadas», explicó el asturiano.

«Íbamos condicionados ya por las tarjetas en el descanso (Pedro López y Roger) y pensábamos que con un delantero era mas difícil, pero ocurrió. El fútbol es imprevisible y muchas veces pasan cosas como esta», apuntó.

«Es un punto más en nuestro camino. Se pudo ganar, se pudo perder y se empató. Salimos reforzados porque el equipo hizo un esfuerzo tremendo y jugó con uno menos 25 minutos. El partido estuvo controlado. Tuvimos alguna contra para asustar un poco. Hay que darlo por bueno por el esfuerzo. No se dio la espalda al partido y se trabajó con mucha cabeza para mantener esa tranquilidad en los últimos minutos, en los que no nos podíamos desquiciar», analizó Muñiz.

Además, se pronunció sobre los previsibles cambios en el partido ante el Elche por las bajas de Roger y Pedro López, que ayer vio la quinta amarilla. «La plantilla es amplia y está preparada para estos momentos. Los que salgan tendrán confianza nuestra y de sus compañeros. La competencia es grande y dejamos gente fuera que podría jugar perfectamente», indicó.

Asímismo, no quiso entrar a valorar la labor arbitral. «La expulsión es una disputa de un balón. A veces te sacan amarilla y a veces no. Es una disputa que no hay mucho contacto. Hay que asumirlo y respetarlo. El papel de los árbitros es complicado», sentenció Muñiz, que reconoció que habló con Roger al descanso. «Hablamos con Roger para que no se metiese en ninguna jugada complicada, quedaba mucho tiempo y no queríamos agotar el segundo cambio», concluyó el preparador.