Una vez se ha asumido que la cuenta atrás ha empezado, la afición levantinista planifica con antelación los próximos fines de semana para no perderse el ascenso de su equipo. Aunque esta tarde todavía no puede ser matemática la vuelta a Primera, cerca de 430 granotes estarán presentes en el Alfonso Pérez para alentar a los azulgrana ante un Getafe inmerso en la pelea por mantenerse en la zona de promoción. Se trata de la primera parada de la caravana del ascenso, que seguirá en Cádiz y que, muy probablemente, no llegue a Vallecas.

Sin embargo, el masivo desplazamiento de levantinistas, organizado por la Delegación de Peñas con la ayuda económica del club, espera la respuesta de los futbolistas, advertidos de que no se puede levantar el pie del pedal del acelerador. La escuadra de Muñiz llega al Coliseum tras una mala segunda parte en Mallorca y un partido gris ante el Mirandés. Pero también lo hace con la oportunidad de dejar a tiro de piedra el ascenso. Si Cádiz, Oviedo y Tenerife tropieza, el lunes de Pascua podría cantarse el alirón. De ahí que no haya ni un milímetro de espacio para la relajación.

Muñiz, con Pedro López todavía noqueado por el golpe en la cabeza del pasado sábado, formará con una alineación en la que la principal novedad será Iván López. Queda por resolver qué pareja de centrales actuará, una vez están Postigo, Chema y Róber recuperados para la causa. Arriba, el binomio Casadesús-Roger se afianza, con Juan Muñoz fuera de la convocatoria.

La plantilla viajó ayer por la tarde a Madrid para concentrarse en el duelo, en el que, puede sumar la décima jornada consecutiva sin conocer la derrota.

Enfrente, el conjunto de Bordalás, uno de los dos que ha sido capaz de robar un punto en Orriols en la primera vuelta, mantendrá su esquema habitual con el objetivo de seguir vivo en los puestos que dan derecho al play-off de ascenso. Jorge Molina, el delantero que tanteó el Levante UD en verano, será esa tarde su gran baza en ataque.