n La testificación del árbitro que dirigió el partido aquel partido del 21 de mayo de 2011, David Fernández Borbalán, resultó muy interesante para la valoración del sobreseimiento. El colegiado fue llamado a declarar y aseguró que no vio ninguna actitud sospechosa ni fuera ni dentro del terreno de juego. «Una cuestión también muy importante es la valoración de los árbitros del partido, que no apreciaron, pues, lo habrían hecho constar en el acta correspondiente, ninguna conducta pasiva o sospechosa de los jugadores, sino que, por el contrario, han declarado que fue un partido intenso, con un gran número de amonestaciones», refleja el auto.