Aplausos y una gran ovación. Así liberaron los padres y chavales la angustia. Durante una media hora que se hizo eterna, intentaron sin conseguirlo ayudar a un niño de 5 años que, jugando en el tronco de un árbol, tuvo la mala pata de que la pierna se le quedara aprisionada. No podía sacarla y lloraba desesperado. Su abuela, que fue la que lo llevó al parque Arco Iris de Calp a la salida del colegio, también estaba muy asustada. Cada vez se arremolinaba más gente para ayudar a liberar al niño. Pero nadie se atrevía a ser muy brusco.

Los testigos avisaron al 112 y llegó al momento una patrulla de la policía local. Los agentes liberaron en seguida al niño, que fue trasladado en ambulancia al cercano centro de salud (está a unos cien metros). No sufría ninguna lesión. Eso sí, vivió junto a su abuela una media hora angustiosa y de mucho miedo.