Esperar no es una opción para los vecinos de la playa de les Deveses de Dénia cuyas casas de primera línea quedaron arrasadas por el temporal de hace diez días. Ya han empezado la reconstrucción. Y a toda máquina. En la mañana de ayer, dos máquinas excavadoras retiraban escombros y ayudaban a los obreros a reconstruir los muros y las terrazas que hundió el mar. Antes, esas mismas máquinas recuperaron un pasillo de arena. Los propietarios no han esperado a que la Dirección General de Costas, que depende del Ministerio de Medio Ambiente, regenerara esta playa que se tragó la tempestad. Ellos van a otro ritmo. Tienen prisa por borrar la destrucción y anticiparse a que lleguen los técnicos de Costas y les puedan paralizar unas obras que afectan a la servidumbre de tránsito del deslinde marítimo-terrestre. Eso sí, todos estos propietarios afirman que tienen las escrituras y que, si el mar les ha entrado en casa, es por la regresión de un litoral que ahora se ha quedado pelado de arena.

La reconstrucción, por tanto, se realiza con maquinaria pesada. Los obreros, mientras tanto, ya han realizado forjados para levantar muros y terrazas. Los trabajos tienen un punto frenético.

La administración va, desde luego, a otro paso. El presidente del Consell, Ximo Puig, se reunió ayer en Dénia con alcaldes de la Marina Alta y constituyó la comisión departamental para el seguimiento de la postemergencia. Anunció que el Consell ha duplicado el fondo de contingencia para hacer frente a los daños que ha dejado la cadena de temporales de nieve, marítimo, de lluvias torrenciales y de viento. La dotación sube de 9 a 18 millones. Los pueblos tienen hasta el 31 de marzo para pedir las ayudas a la Generalitat. Puig aseguró que ese fondo todavía se podría estirar un poco más.

Dejó claro que los desperfectos en las playas (en Dénia suponen el grueso de los dos millones de destrozos que causó el mar) los tiene que reparar el ministerio de Medio Ambiente. Las infraestructuras de playas sí las asume el Consell, así como los estropicios que se han producido en los puertos de Xàbia y Calp.

«Hace falta una respuesta excepcional del Consell ante la situación excepcional que hemos vivido», subrayó Ximo Puig. A la reunión, asistieron, entre otros, el alcalde de Dénia, Vicent Grimalt, el de Xàbia, José Chulvi, y el de Benissa, Abel Cardona. El munícipe xabienc dijo que su ayuntamiento todavía tiene pendiente cuantificar todos los desperfectos. Avanzó que solo las lluvias torrenciales de diciembre provocaron daños de entre 80.000 y 90.000 euros.