El nuevo director del parque natural del Montgó, Joseba Rodríguez, exhibe talante. Quiere hablar con todos. Y no tiene miedo a sentarse en un volcán. Ayer lo hizo. Aceptó la invitación de la Asociación de las Colonias del Montgó, uno de los colectivos más críticos desde siempre con la gestión de la montaña protegida de Dénia y Xàbia. Su presencia atemperó el malestar de los colonos. Rodríguez, un director de perfil técnico (es agente medio ambiental) que no tiene las ataduras políticas de sus predecesores, ambos cargos del PP, dejó ayer claro que acaba de aterrizar y no conoce al detalle los problemas del Montgó. Sí sabe que este parque natural tiene la peculiaridad de tener dentro vecinos y casas.

El presidente de los colonos, Joaquín Mompó, condenado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana a demoler parte de su vivienda del Montgó por ampliarla ilegalmente (Agró lo denunció), expuso que los miembros de su asociación hace tiempo que son blanco de «ataques». «Nos han llamado ladrones de suelo público y ocupantes ilegales. Es todo mentira, ya que tenemos nuestras escrituras», afirmó.

Mompó agradeció al nuevo director del Montgó que se reuniera con ellos. «Eres el primer director del parque que se sienta con nosotros. No hemos estado bien vistos. Y no ha sido por razones objetivas, sino por ideología», sostuvo.

Rodríguez subrayó que se va a reunir con todos los colectivos implicados en el Montgó. «Es mi obligación». Defendió que las colonias agrícolas, creada en 1922 por el Estado para reactivar la agricultura en las laderas de bancales de esta montaña (se crearon 51 lotes que sumaban 654 hectáreas), han sido fundamentales para que esta montaña pueda ser hoy un parque natural. «Fueron una barrera, un colchón entre el monte público y el urbanismo. El Montgó se pudo declarar parque natural porque las colonias agrícolas frenaron su urbanización».

El director del parque convino que estas construcciones, así como los muros de piedra en seco de los antiguos cultivos de viñas, representan un patrimonio de excepcional riqueza. Mompó, de hecho, reivindicó la arquitectura rural del Montgó.

Rodríguez, que también es director del Marjal de Pego-Oliva, tomó muchas notas. Quiere conocer a fondo todos los conflictos, incluso los que llevan años enquistados como el de las colonias. Los miembros de la asociación lamentaron que las casas se desmoronan ya que no les dejan rehabilitarlas. Denunciaron también que los jabalíes destrozan las parcelas y los muros de piedra de los bancales.