En un litoral tan urbanizado como el de Calp, un nuevo deslinde marítimo-terrestre desata siempre un terremoto. Ahora el Ministerio de Medio Ambiente está revisando los 13.396 metros de la costa calpina y del humedal de les Salines. Los afectados ya pueden consultar el expediente. Y son legión.

El deslinde afecta a más de cien propietarios. Una prueba de la presión urbanística en las playas de este municipio es que hay veinte comunidades de propietarios de edificios y urbanizaciones a los que les toca la nueva línea de servidumbre de protección. Están en el puerto, el Morelló, la Manzanera o la Canuta.

También está afectado el Real Club Náutico y un hotel de primera línea. El ayuntamiento y la Generalitat Valenciana figuran igualmente entre los propietarios que pueden tener interés en alegar contra el nuevo deslinde.

Esta nueva delimitación la inició el ministerio el pasado 30 de enero. La anterior quedó anulada por una sentencia de la Audiencia Nacional de 2013. Una mercantil pleiteó contra el deslinde del humedal de les Salines. Lo tumbó, pero no logró la indemnización millonaria que reclamaba.