De la noche a la mañana, los cerdos vietnamitas asilvestrados que habían invadido el Saladar de Xàbia se han esfumado. Un grupo de residentes británicos comandados por Rachael McDonald, quien con su hija Hannah ya adoptó hace meses a 20 de estos puercos que se llevó a una parcela de Benitatxell (la cosa acabó mal, ya que los animales se escaparon), ha atrapado en los últimos días a 42 ejemplares que campaban a sus anchas y que se habían convertido en atracción turística. Se asomaban a la calle Atenas, en el Segon Muntanyar y próxima a la playa del Arenal. Allí decenas de curiosos les llevaban comida.

Los residentes han capturado 24 cerdos adultos y 18 lechones. Se los han llevado a Madrid. No ha trascendido si los han adoptado particulares o están en un refugio animal.

Xàbia se desembaraza de una plaga que ya provocaba problemas. La policía local temía que, al salir a la calle Atenas, los cerdos pudieran acabar atropellados y provocar accidentes. Había también problemas de insalubridad. Y existía el riesgo de que se cruzaran con jabalíes y nacieran los híbridos cerdolíes.