El Ayuntamiento de Ondara ya dispone del diagnóstico realizado para poder poner en marcha un plan de accesibilidad municipal. El objetivo final es eliminar barreras arquitectónicas y hacer accesible gradualmente todo el entorno urbano a los vecinos con diversidad funcional y problemas de movilidad. El consistorio ha contado con una subvención de 3.630 euros de la Diputación de Alicante para radiografiar los obstáculos. El diagnóstico, realizado por el arquitecto local Borja Aguilar, se ha centrado en los itinerarios a los centros educativos.

Contempla cuatro recorridos, que enlazan todos la Plaça del Convent con los dos colegios públicos, el edificio Les Marjals, Sanchis Guarner y la escoleta municipal.

Ya se detectan problemas de accesibilidad como el de la existencia de aceras estrechas, barreras en la entrada a las escuelas, pasos de peatones sin una rampa adecuada (a veces las pendientes no son correctas) y que también carecen de bandas de señalización para invidentes. Además, el mobiliario urbano (papeleras o bancos) están mal ubicados. En los itinerarios hay elementos en voladizo que sobresalen más de diez centímetros de las fachadas. La señalización de los colegios no está contrastada y las personas con deficiencias visuales tienen dificultades para verla.