Las playas de Dénia se atrincheran en invierno. El ayuntamiento ha empezado a levantar diques de Posidonia oceanica. El objetivo es contener la erosión y evitar que los temporales se traguen la arena. La posidonia es una bendición incluso cuando esta planta marina está muerta y el mar arrastra sus hojas a las playas. El consistorio se parapeta tras la posidonia para hacer una gestión más sostenible del litoral y lograr que aumenten los sedimentos en las playas y que así ganen anchura para cuando llegue la próxima campaña turística.

El concejal de Medio Ambiente, Josep Crespo, ha subrayado que esa práctica de crear barreras con esta planta marina es «una acción ambiental reconocida y bien valorada que incluso se recomienda en el protocolo de Banderas Azules».

El dique ya protege la Marineta Cassiana, donde el mar escupe gran cantidad de posidonia. El pasado año ya se optó por levantar una barrera natural y se consiguió un aumento del 20 % de la superficie de la playa seca. También se ha optado por frenar la erosión con diques de Posidonia oceanica en los tramos que sufren más regresión en el litoral de les Marines, que son el del Blay Beach y el de los apartamentos Madrimar (calle Mussola).

El ayuntamiento también va a aplicar este método de contener la pérdida de arena en los tramos más castigados de la playa de Punta Molins.

Las barreras de posidonia se mantendrán hasta el próximo mes de marzo. En otros municipios, esta solución también se está adoptando con éxito. Esta planta marina, además de ser un bioindicador de la calidad de las aguas, ayuda a hacer frente a los temporales del invierno.