El gobierno de Benissa (Reiniciem, PSPV y Compromís) rebajó ayer a la categoría de nimiedad el motivo por el que el alcalde, Abel Cardona, está imputado por un delito continuado de prevaricación administrativa. Desveló que el munícipe tendrá que declarar en el juzgado como investigado por apercibir verbalmente en lugar de abrir expediente informativo a un inspector de la policía local por prestar uno de sus uniformes (ya en desuso) a un amigo para que se disfrazara en las fiestas de Moros y Cristianos. La denuncia por no incoarse el expediente la presentó ante la Fiscalía el sindicato CSIF.

El tripartito subrayó que el acuerdo programático de gobierno sí obliga a los cargos públicos a dimitir cuando un juez los imputa por «delitos relacionados con la corrupción». Precisó que el asunto por el que Cardona tendrá que acudir al juzgado está «dentro del marco de actuación administrativa, no de la corrupción ni del ánimo de lucro».