Los hermanos Muñoz (Estopa) también se enamoran de las guitarras de Gata

Cuestión de hermanos. Los Broseta, continuadores de una saga familiar de artesanos de guitarras que crean en un taller de Gata de Gorgos que se asoma al Montgó (el taller lo fundaron en 1974 sus abuelos), conectan en seguida con los Muñoz, Estopa, dúo que hace 25 años revolucionó la rumba y la hizo roquera y urbana. Surge la química. Hablan de música y guitarras y no paran. «Son extraordinarios», afirma Adam Broseta. Los Estopa protagonizan un nuevo documental de Guitarra Bros. Alucinan cuando le sacan los primeros acordes a sus dos nuevas guitarras.

Los hermanos Broseta asistieron el viernes al concierto privado en Barcelona en el que Estopa afinaba el espectáculo de su nueva gira, que comenzó ayer en Caracas, sigue en Miami, Lima, Santiago de Chile, Buenos Aires y aterriza el 11 de mayo en España con un primer concierto en Bilbao. «Esas dos guitarras son muy especiales. Las hemos hecho con maderas que guardó mi abuelo», explica Adam.

Los Broseta han utilizado en estos instrumentos palo santo de Madagascar que han conservado 56 años en el secadero del taller de Gata, cedro y pino abeto alemán. Las guitarras tienen incrustaciones de nácar. Además de ser unas guitarras de una acústica extraordinaria, deslumbran. Son bellísimas. Pura artesanía.

Aprovechar sus matices

«No son las guitarras que van a tocar en los conciertos. Las utilizarán en el estudio de grabación. Quieren aprovechar todos sus matices», apunta Adam. «Sí, están encantados. Les entusiasma la acústica que tienen. Y es un lujo poder colaborar con ellos».

Estas guitarras maravillan. Uno de sus grandes embajadores ha sido Melendi. El documental con Estopa lo graba la productora de Benidorm Juno Media.