La Banda Jove y Petit Ars maravillan en el concierto solidario de Xàbia

El público llena la carpa y se vuelca en esta iniciativa que recauda fondos para Aspanion, la Asociación de Madres y Padres de Niñas y Niños con Cáncer de la Comunitat Valenciana

El coro de Petit Ars, dirigido por Carme Català y Antonio Caselles, ante el público que llenaba la carpa

El coro de Petit Ars, dirigido por Carme Català y Antonio Caselles, ante el público que llenaba la carpa / Levante-EMV

La solidaridad mueve montañas. La Banda Jove del Centre Artístic Musical de Xàbia y Petit Ars ofrecieron ayer un concierto extraordinario. La carpa de la Plaça de la Constitució se llenó. El concierto era a beneficio de Aspanion, la Asociación de Madres y Padres de Niñas y Niños con Cáncer de la Comunitat Valenciana. El programa llevaba por título "Músiques del món". Los jóvenes músicos maravillaron con esa vuelta al mundo en algo más de una hora de excelente música. La Banda Jove interpretó "Around the world in 80 days", de Otto M. Schwarz. Dirigidos por Miriam Llerena Martín, los jóvenes intérpretes demostraron gran maestría y sensibilidad.

Los músicos de la Banda Jove y Petit Ars, en pie al acabar el concierto

Los músicos de la Banda Jove y Petit Ars, en pie al acabar el concierto / Toni Padilla

Luego, Petit Ars, dirigidos por Antonio Caselles y Carme Català, cantó "Tinc una barca molt vella, de Josep L. Valldecabres; "Siyahamba", "Eh Soom Boo Kawaya" y "Banaha", canciones tradicionales africanas, y "Cubanita", de Eva Ugalde.

En la parte final, en la que las dos formaciones mezclaron su talento, el público disfrutó de "Un conte Enredat", cuento musical de Enrique Alborch Tarrasó, y de "Lluna Mediterrània", de Teo Aparicio Barberán. A los jóvenes músicos, les acompañaron al piano Sílvia Ferrer y Pablo Martín.

Un recorrido por la diversidad infinita de la música

El concierto, una cita ya consolidada de las fiestas de Jesús Nazareno de Xàbia, acertó plenamente la temática. Ese viaje por las músicas del mundo permitió a los músicos maravillar con los cromatismos de las melodías de otras tradiciones rítmicas y culturales. Fue un concierto caleidoscópico, un recorrido por la diversidad infinita de la música. La música es universal y mueve montañas. Y más cuando la impulsa la solidaridad.