«Los planes del Ministerio de Medio Ambiente para corregir la erosión de la costa al sur de Borriana son intolerables por la amenaza que suponen para las playas de Sagunt, que son uno de nuestros grandes recursos naturales y económicos. No aceptaremos proyectos que quieren vestir al santo del sur de Castelló para desvestir el nuestro, ya que hay en juego miles de puestos de trabajo. Ayuntamiento y vecinos debemos estar unidos para rechazar esta iniciativa, que ya está en fase de redacción de proyectos».

Así se manifiesta el alcalde de Sagunt, Quico Fernández, tras analizar las estrategias para la protección de la costa en el sur de Castellón y el sur de Valencia, que contempla macroespigones de más de 300 metros, así como dragados, retiradas y rellenos de cientos de miles de metros cúbicos de grava y arena.

«Sabemos que se trata de un estudio que todavía puede sufrir modificaciones —añadió el nacionalista— pero nos preocupa que las intenciones de Costas contemplen elementos que pueden tener efectos negativos en nuestra costa y, sobre todo, provocar gravísimas incertezas. Además, la falta de transparencia sobre este proyecto es otro motivo de disgusto».

Pese a las disculpas del responsable de Costas por no invitar a Sagunt, ni a Canet d'En Berenguer, a la presentación de estas estrategias, Fernández atribuyó estos planes al PP de Castelló, al que acusó de «tener vinculación con Costas» para conseguir un proyecto que resuelve la erosión en el sur de la provincia a costa del norte de Valencia.

«Lo peor que nos puede pasar»

El concejal de Playas de Sagunt, José Vicente Muñoz, fue igual de contundente al asegurar que «este proyecto es lo peor que nos puede pasar». Además de censurar que «no es claro desde el punto de vista técnico», el edil de EU apuntó que el ayuntamiento ya prepara las alegaciones a este estudio informativo, que repetirá cuando se proceda a la tramitación del impacto ambiental».

Aunque todavía falta por concretar los espigones y trasvases de arena, Fernández aseguró que «parece que lo que tienen más claro es el espigón de Almenara y el resto de actuaciones dependerá de los recursos, como la capacidad para conseguir arena de un gran depósito que hay localizado en alta mar».

De esta forma y además del riesgo de que la playa del Port pierda unos 30 metros de su anchura, el problema más inmediato se producirá en las playas del norte de Sagunt, que «son prácticamente vírgenes al conectar con el marjal, pero los planes de Costas cambiarían totalmente esta parte de nuestro litoral», añadió la portavoz municipal, Teresa Garcia.