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Miguel Escrig, la afición por la piedra

Conserva los utensilios del último «picapedrero» de Alfara y su jardín está lleno de formas pétreas

Miguel Escrig, la afición por la piedra

En la pasada temporada de esta sección se publicó el artículo Carrer de L' Ermita: l'ofici del picapedrer en el que, además, se describían los distintos oficios de artesanos de Alfara de la Baronia. Abundaban los distintos oficios en esta tierra bondadosa y fértil.

El último artesano de la piedra ya había fallecido y se trató de reconstruir, de la manera más veraz posible y contando con relatos familiares llenos de añoranza, sencillos, el proceso del trabajo en piedra desde la cantera hasta su transformación en la medida de la necesidad requerida.

Leído el artículo, vino al ayuntamiento a hablar con esta cronista, Miguel. Había sido albañil y desde el año 1989 hasta que se jubiló en 2008 fue el jardinero municipal. Aficionado a las manualidades, me vino a decir que él tenía los utensilios para trabajar la piedra que antaño pertenecieron al último «picapedrero», Francisco Molina Pavía, y que le fueron entregados por los familiares dada su afición.

Así que un artículo abrió las puertas a otro en el que vamos a contar, paso a paso, el trabajo artesanal de la piedra.

En Alfara, la cantera de donde se obtiene la piedra está en el monte de La Costera, situado al otro lado del río. El tipo de piedra es caliza roja. Para su extracción se busca un liso de piedra que quiere decir una piedra separada de otra. De acuerdo al tamaño que se necesita se empieza a medir desde una esquina y se marca con muescas. Luego, éstas, se van penetrando para que vaya rompiendo la piedra.

Antes, este proceso se realizaba con cuñas de madera, ayudándose de una maza. Echaban agua, poco a poco, así se mantenía húmeda la madera, se hinchaba y con ello se ayudaba a cortar la piedra. Ahora, hechas las muescas, éstas se van penetrando con un martilleo continuo hasta que corta la piedra. Finalmente se da la forma requerida, ayudándose de los utensilios. Aplicando esta técnica artesanal de sus manos han salido figuras humanas, animales, escudos, fuentes, diversas formas.

Escudos, gorilas y un mamut

Miguel Escrig Soriano nació en Soneja un 24 de junio del año 1944. Con 14 años vino a Alfara, pueblo donde reside en la actualidad. De sus muchos trabajos en piedra, podemos citar: El escudo municipal de Soneja que regaló a su ayuntamiento y que se encuentra en una plaza; el escudo de Alfara, regalado y que encontramos en la explanada de la calle de las Alfarerias; un tótem de 1,50 metros; una mamá gorila y cría en su regazo a tamaño reducido; un mamut.

Su jardín de formas pétreas evoca el esfuerzo del artesano y también la bravura de este pueblo viejo y sabio que supo avanzar mirando de frente a la dificultad a lo largo de los siglos y que es nuestro deseo que se aprenda de esta senda y se continúe.

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