«Esto se veía venir desde hace tiempo». Así se expresaban varios vecinos del Port de Sagunt que viven cerca de las casas abandonadas del barrio de Churruca donde el pasado martes se atrincheraron 4 jóvenes tras cometer un robo con violencia en una farmacia de Alpuente y sustraer un coche en Villar del Arzobispo.

En declaraciones a Levante-EMV, varios residentes en la zona afirmaban llevar un largo tiempo denunciando sin éxito que esas viviendas se han convertido en un «foco de problemas» desde que fueron desalojadas para construir una finca y luego la crisis del ladrillo paralizó el proyecto hace ya unos años.

Precisamente esta última demanda ya la recogió hace tiempo una asociación vecinal. Sin embargo, todas las peticiones lanzadas al ayuntamiento «para que obligue al dueño a tirarlo abajo han caído en saco roto», según explicaban.

Esto hace que muchos «sufran» la música que a veces ponen algunos a todo volumen mientras aparcan junto a las casas «y fuman porros», dicen. Otros aseguran despertarse con el canto de los gallos o los ladridos de los perros que algunos crían en el solar situado en la parte trasera de las casas, un lugar donde no faltan tampoco los desperdicios y los restos de cristales.

Solar lindante a un colegio

Precisamente este solar linda con el patio del colegio público Maestro Tarrazona y, como explicaban los vecinos, aunque han pedido a Urbanismo que ordene que se limpie, siguen esperando. «En el ayuntamiento lo saben perfectamente. La policía, también. Hasta en la empresa de limpieza SAG han recibido quejas, pero nadie hace nada», se quejaban.

Algunos hasta censuraban el amplio despliegue policial que motivó el atrincheramiento de los chavales y que llevó hasta la zona a 6 patrullas de la Comandancia de la Guardia Civil, tres de la Policía Nacional, una de la Policía Local, y 15 agentes de la Unidad de Intervención Rápida de la Benemérita. «Ha habido mucho espectáculo, han detenido a cuatro, pero todo se ha quedado luego igual», comentaba ayer con amargura otro vecino de las inmediaciones.

Hoy se espera que los cuatro jóvenes detenidos el martes en este lugar pasen a disposición judicial tras haberse entregado de forma voluntaria, al ver que la casa donde se habían refugiado estaba rodeada de guardias civiles y policías.