El Ayuntamiento de Sagunt aprobó ayer la reprobación al delegado de Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, por denunciar el izado de la bandera republicana en varios edificios municipales, aunque lo hizo con alianzas extrañas. Y es que EU, Compromís y ADN Morvedre encontraron el apoyo de IP, mientras los socialistas se abstuvieron y tanto PP como Cs votó en contra.

Roser Maestro fue la encargada de defender esta propuesta, que incluía la reclamación a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y al Ministro de Justicia, Rafael Català, de que obligaron a frenar el procedimiento sancionador, emprendido contra varios ayuntamientos, además del de Sagunt.

«Es una cuestión de dignididad y memoria histórica», aseguró, al tiempo que lamentó las actitudes «fascistas y represores» del Gobierno. «Está claro que les molesta la bandera republicana, aunque sea un homenaje a un régimen democrático que fue derrocado a través de un golpe de estado, que no pudo evitar que muchos de sus principios básicos hayan llegado a nuestros días», añadió Maestro, en referencia a «la independencia del poder judicial, la separación entre Iglesia y Estado, la garantía efectiva de los derechos fundamentales o el reconocimiento de la igualdad y la no discriminación, entre otros», según destacó la concejala.