Transformar una de la casas del Barrio Obrero en un pequeño museo que reproduzca la vida cotidiana de una familia trabajadora del Port de Sagunt en los años 20 del pasado siglo. Este es uno de los proyectos que el Consejo Asesor de Patrimonio considera de interés poner en marcha y para el que plantearon al ayuntamiento la necesidad de adquirir uno de estas antiguas obreras construidas hace ya casi un siglo.

Pero el legado vinculado al patrimonio industrial no es el único que genera inmuebles de alto valor histórico en Sagunt, pero que actualmente se encuentra en un estado de fuerte deterioro porque continúan en manos privadas y no se acometen las actuaciones necesarias para garantizar su conservación. Y menos todavía las inversiones que garanticen su rehabilitación y su puesto en valor.

En este sentido, los representantes del Consejo Asesor de Patrimonio han destacado también la preocupante situación en que se halla un varias torres e inmuebles del Morvedre medieval. Es el caso de la torre que se encuentra en el arranque de la subida del castilla, o una construcción ubicada junto a la muralla del convento de Santa Anna. Y lo mismo ocurriría con algún otro inmueble en las inmediaciones de la calle Puerta de Ferrisa.

Son solo algunos de los bienes inmuebles cuya adquisición municipal considera aconsejable el Consejo Asesor de Patrimonio. Es más, consideran viable acometer este plan de compras aprovechando el superávit con que el ayuntamiento viene cerrando en los últimos años sus presupuestos. En concreto, proponen que se destine a esta fin el remanente de tesorería, una partida que el pasado año permitió financiar inversiones por 2,9 millones de euros.

Pablo Abelleira, concejal de Patrimonio, considera la propuesta una «idea excelente». «El dinero público es una necesidad porque la iniciativa privada no está actuando, entre otras cosas porque seguimos esperando que se desbloquee la Ley de Mecenazgo que permitiría dar cobertura a este tipo de actuaciones», señala.

Abelleira también considera interesante poder aprovechar el remanente de tesorería para acometer este tipo de intervenciones, si bien consideraba preciso tener en cuenta también otras necesidades del municipio, como las de carácter social.

En cualquier caso, el edil se mostraba también prudente al destacar que este tipo de actuaciones no se limitan solo a los gastos de adquisición de inmuebles, sino que deben prever los gastos de rehabilitación, puesta en valor y mantenimiento.