Comprendo que alguien tiene que hacer la tarea de los jueces, así que quien la asume —voluntariamente, no lo olvidemos— debería cumplir o al menos intentarlo. Y no quejarse por ejemplo de que no se respeta su independencia. ¿Cómo que no? Si dos elecciones generales sucesivas han revelado la existencia de una mayoría social de centro-izquierda, vigilada por un bloque social casi igual de amplio y sólido de centro-derecha y si los hechos constatan que la mayoría de los jueces lucen creencias y hasta supersticiones que desbordan por estribor estos amplísimos marcos ideológicos, y lo hacen impúdicamente sin que nadie les haya elegido ¿cabe mayor independencia? Si de hecho parecen de otro país. ¡Qué digo! De otra galaxia.

No soy el único en pensar así. Según una encuesta de «El País» dos de cada tres españoles creen que hay intención persecutoria en los sumarios abiertos al juez Baltasar Garzón y una cantidad parecida cree que la justicia está politizada, ya vemos en qué sentido. Sé que existe una ley de amnistía para los crímenes del franquismo pero el Estado español —del que cobran los jueces— ha firmado varios convenios internacionales que declaran inextinguibles ciertos delitos contra la Humanidad. Y el fascismo español fue un totalitarismo que incurrió en genocidio (en tiempos de paz) y que si no llegó más lejos fue porque, en su naturaleza de cruzada contra la inteligencia y la modernidad, era demasiado mediocre, servil y antiguo incluso para la práctica del mal.

Por otra parte, aquella ley de amnistía la firmamos con una pistola apuntando a la sien, el consentimiento estaba ligeramente viciado, como el del monaguillo toqueteado por el cura o el de las chicas de Canal 9 en el (presunto) cubil del mono pajillero. He llegado a pensar muy mal de algunos jueces pero a Dios pongo por testigo que nunca creeré que puedan amparar a los pederastas. Ni a los corruptos de la Gürtel, que según el psiquiatra José Cabrera tienen un problema psiquiátrico por descontrol de la propia conducta, o sea por libertinaje que diría el juez de jueces don Carlos Divar.