Una inoportuna pero reveladora coincidencia ha querido que el acto de entrega en Valencia de los premios Jaime I de investigación coincida con la presentación del expediente de regulación de empleo (ERE) que envía al paro a 108 de los 250 empleados del Centro de Investigación Príncipe Felipe y la cancelación de 13 de sus líneas de trabajo científico. Por falta de fondos. Una trabajadora del complejo donó recientemente 25.000 euros de un premio para que cobraran los becarios de su equipo. Ahora, los seis premiados por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, entre ellos el director saliente del Príncipe Felipe, Carlos Simón, reciben un diploma y 100.000 euros cada uno, que constituyen la dotación de los galardones, aportados por patrocinadores privados. Los investigadores que van camino del paro estarán negros, preguntándose cuál es la apuesta valenciana real en el campo de la ciencia, si la del trabajo constante o la del evento presidido por la Reina.