¿Quién dijo que la ideología había muerto? ¿Quién dijo que «todos los políticos son iguales»? ¿Quién dijo que ya no hay diferencia entre derecha e izquierda? Las políticas, actitudes, hechos y discursos del PP evidencian que la derecha política, cuando no franquista, está muy viva en nuestro país. Y se han desenmascarado.

La derecha española se regocija en la corrupción, en la burla y ninguneo al parlamento y a la representación democrática y la utilización a su antojo de las instituciones, mientras dirigentes del PP sin pudor gritan vivas al fascismo que desprecia todo respeto a los derechos humanos. El ataque al débil vistiéndolo de esfuerzo, matando el progreso colectivo, aniquilando la igualdad de oportunidades y posibilidades, destrozando todo lo público. Beneficiando a sus amigos empresarios para privatizar los servicios esenciales y necesarios para la vida de la gente, sometiéndonos a los mercados y erradicando toda inversión pública. Mintiendo, diciendo una cosa en su discurso, y haciendo otra con sus hechos.

Sí que hay ideología. No es su programa electoral que es un panfleto de marketing: es la forma que el PP entiende la convivencia, la forma de gestionar los intereses públicos. Es como entienden la vida. Esta es la derecha española que durante dos décadas ha intentado disfrazarse de centro, de moderación. Pero al final, la mentira tiene las patas muy cortas y se evidencia qué son y quiénes son. Sí hay ideología en el PP.

Frente a este modelo, comportamientos y actitudes, nosotros, los socialistas, estamos en las antípodas, afortunadamente. Siempre hemos defendido y gritado libertad, igualdad, justicia social, reparto de la riqueza, la lucha por la integración evitando cualquier marginalidad o exclusión. Defendemos los servicios públicos que hacen que cada ciudadano tenga más oportunidades y posibilidades para desarrollar su propio plan de vida. Defendemos que el estado sea regulador financiero y motor económico, sin estridencias y sin mitologías, pero con capacidad de acción desde la eficiencia, eficacia y optimización de los recursos económicos.

Ahora, en noviembre, en la conferencia política, los socialistas seguiremos defendiendo nuestros principios con el corazón a la izquierda, modernizando nuestro discurso y con propuestas claras y valientes que fortalezcan nuestra ideología. Un nuevo tiempo para un socialismo, más que nunca necesario, que trabaja diariamente por el progreso de la mayoría en paz y libertad.

Nuevas propuestas de empleo, un nuevo modelo productivo, reformas fiscales (porque el Estado puede ser más pobre, pero no por eso, tienen que ser más injusto), medioambientales, educativas, económicas.., nuevos mensajes para los nuevos retos que nuestra sociedad tiene por delante y para ofrecer una respuesta clara y nítida de gobierno que dé seguridad, crédito y garantía a la ciudadanía.

Sí existe ideología. Sí existe la derecha y la izquierda. No todos somos iguales, ni parecidos. Sí existe la política. Ahora es el momento de gritar claramente nuestra ideología, nuestros valores. Mirar al futuro con ilusión para enterrar definitivamente un pasado que, ahora, gestiona el PP, que asusta, da miedo y nos sonroja fuera y dentro de nuestro país. Hora de cambios.