A quien madruga, Televisión Española le ayuda. ¡Por fin una innovación estratégica y competitiva en la pública! Un logo en la esquina de la pantalla avisa al somnoliento espectador: «Este programa acaba antes de medianoche». Así da gusto. Y no como cuando te despiertas en el sofá ante el Gran Hermano y no sabes si es de día o de noche: puede ser directo a las dos de la madrugada, el debate, un resumen o El programa de Ana Rosa.
Lo avisó Mariano Rajoy: «la crisis ya es historia» y, por tanto, no podemos holgazanear hasta las tantas frente a la caja tonta. Ni paro ni excusas, porque un fantasmagórico optimismo económico recorre los despachos de Europa. Un gran logro de la ex ministra Ana Mato fue promover horarios televisivos respetuosos con los escasos trabajadores del país. Misteriosamente, la hazaña fue poco ponderada. Aunque la web de RTVE se esfuerza en destacarlo: la cadena fue galardonada en los IX Premios para Racionalizar los Horarios Españoles con un accésit. ¡Ahí queda eso!
Pero no es todo: alguien ha descubierto que Sálvame se emite en horario vespertino de especial protección de menores. Años lleva en antena dedicándose a lo suyo un programa «no recomendado para menores de 7 años» ni para almas sensibles en general. Pero ahora sí que sí: le han dado un ultimátum para cambiar su clasificación o su hora. La respuesta de Jorge Javier Vázquez recuerda a la escenografía de políticos en apuros: rodeado de los suyos, mirando a cámara fijamente, dice que quieren destruir su familia, tan bien avenida en el plató donde viven. Telecinco ha seguido la estela, denunciando que los culebrones de Antena 3 tampoco son dignos de Disney Channel. O sea, «y tú, más».
