Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

candau

Nuno ya no es Espirito Santo

Nuno se equivocó cuando relegó a Javi Fuego a la suplencia. Rectificó, pero marró en las sustituciones del partido contra el Mónaco y se volvió a equivocar contra el Deportivo. El exentrenador del Río Ave, que tiene mando en plaza y contrato asegurado por varios años, algo insólito, se está topando con el hecho de que por mucho portugués que Mendes le coloque, con su consentimiento, se tendrá que esmerar para que las incorporaciones válidas le ayuden a descifrar el juego que ha de desarrollar el equipo y los nombres de los titulares.

Las rotaciones son necesarias y hay que hacerlas, pero con sentido común. Hay que relevar con serenidad. Hay que introducir cambios a pequeñas dosis. Un equipo se deshilacha cuando en todas las líneas hay modificaciones.

Es comprensible que para disputar tres competiciones sea necesario alternar a los futbolistas para que no lleguen a final de temporada completamente quemados. No obstante, variaciones como las que se gasta Nuno „ya se ha quedado sin Espirito Santo„ no son de recibo. Mestalla se puso de manos cuando optó por cambiar a Negredo por Alcácer. Aunque éste goza de las simpatías del graderío, a nadie se le oculta que con la necesidad imperiosa de obtener el triunfo jugar con dos arietes habría puesto en más aprietos a la zaga deportivista. Eso lo vio Mestalla, pero no se percató de ello el entrenador quien, encima, se justifica diciendo que otras veces le han aplaudido. En mi opinión, el público le recomendó que se apunte a reconocimiento. Con quitar a Rodrigo habría hallado puesto para Alcácer sin prescindir de Negredo. Los fichajes de esta temporada no responden a las prédicas de Lim, quien anunció que confeccionaría un equipo para competir con Madrid y Barcelona. Mendes no lo ha consentido porque lo primero son sus negocios, aunque también son los de Lim y Nuno.

Los contratos han sido tirando a mediocres. Faltaba un central y hubo que traer un futbolista del Sporting de Braga. Con el miedo en el cuerpo, por si acaso, se ficha a Abdennour. Todo se hace de la mano de Mendes. Para remate de la película se ha nombrado a Alesanco director de la llamada Academia, nombre rimbombante para presumir de crear algo importante.

Alesanco es sin duda gran persona y ha sido un excelente futbolista. Su relación con el Valencia es la de alguien que un día se ha comido una paella en El Saler o la Malvarrosa. Ha llegado de la mano de Joan Laporta, expresidente barcelonista, derrotado en las últimas elecciones por Bartomeu. Laporta quiso triunfar en política con un partido independentista. Tiene gracia que un político con tal filiación le endose al Valencia un hombre de su confianza. En el historial valencianista, por lo visto, no hay ningún exjugador capacitado para dirigir la cantera.

Me guardo los nombres para que nadie pueda interpretar que quiero hacerle la competencia a Mendes.

Compartir el artículo

stats