Se cumple una década de la aprobación de la ley orgánica 1/2006 de 10 de abril, por la que se reformó el Estatut d´Autonomía de la Comunitat Valenciana. Una reforma de calado que modificó 61 artículos e incorporó 20 nuevos, introduciendo cambios sustanciales en el texto aprobado en 1982, tales como la incorporación de derechos de nueva generación, la adecuación a la realidad de la autonomía como región de europa, la atribución de la facultad de disolución de la asamblea al president y la ampliación institucional de la Generalitat. Pero ante todo, la reforma abrió el camino para el refuerzo de la condición de nacionalidad histórica, posibilitando la recuperación de la capacidad de legislar en materia de derecho civil foral.

La capacidad legislativa en materia civil es una de las manifestaciones más evidentes del ejercicio de nuestro autogobierno. Autogobierno que representa el elemento más privativo y originario del pueblo valenciano, como colectividad surgida y reconocida sujeta a la ley que un ocho de abril de 1261 juró ante Les Corts Jaime I, Els Furs.

En el tiempo transcurrido desde la aprobación de la reforma, conviene hacer autocrítica. No ser capaces de alcanzar un consenso en 2009 acerca de una posición común en materia de financiación, que nos permitiera acudir a la negociación con un amplio respaldo social nos condenó con el silencio cómplice del PSPV a sufrir un apartheid económico por parte del Estado sin precedentes.

Igualmente resulta censurable que el gobierno socialista recurriera ante el Tribunal Constitucional nuestra incipiente producción de Derecho Civil en materia de régimen matrimonial o custodia compartida. Los mismos que criticaron que se recurrieran los aspectos inconstitucionales del Estatut de Catalunya, son los que se han opuesto a la reintegración de nuestra plena capacidad legislativa, capacidad de la que disfrutan otros territorios como Galicia, Navarra o Aragón.

Apelamos a senda de la concentración a la que se refería Luis Lucia a la hora de construir desde la diversidad un Estado integral. Consigamos la plena reintegración de nuestro derecho civil valenciano, haciendo de abril el mes de la reintegración, que comenzó hace diez años sobre la base histórica de aquellos fueros que juró el Conqueridor un mes de abril de hace más de siete siglos.