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José Sierra

Los embalses ni se enteran, pero...

Por fin ha llovido, pero poco. Dónde debíamos estar celebrándolo, quizá mejor hacemos balance. A falta de sumar las tormentas del martes, el observatorio de Valencia había recogido 160.2 l/m2 desde el 1º de octubre hasta la fecha, cuando el promedio normal es 323.9 l/m2, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Si miramos los embalses, Benagéber ha ganado unos modestos 200.000 metros cúbicos en la última semana; Loriguilla 80.000 m3, 40.000 m3 Contreras y solo Alarcón tiene una ganancia sustancial con 5 millones de metros cúbicos . Algo menos de 2 millones se han ganado en Arenós. «Menos da una piedra», dirán, y así es: necesitábamos la lluvia y bienvenida sea pero... mejor relativizamos lo sucedido y lo situamos en contexto. En realidad, los embalses ni se han inmutado. Estamos ya en campaña de riegos y de llenado del arrozal en la Albufera, obligados a realizar los primeros desembalses del agua„poca„acumulada en el invierno, lo que impide incrementar las reservas de caudales frente a la sequía que, sin duda, se recrudecerá en las próximas semanas.

Sin embargo, los volúmenes registrados en el interior han dado vida„efímera„a los ríos y se supone que en los próximos días recuperarán parte de su caudal habitual. Los grandes beneficiados son sin duda los cultivos de secano, sobre todo el cereal, del que, excluido el arroz, todavía se cultivan 23.132 hectáreas (trigo, cebada, maíz, etc) frente a las 30.298 hectáreas de 1982. El agua ha llegado como atruena el gong para el boxeador sonado, pero ha llegado. También la vid, en plena brotación, se va a beneficiar de esta lluvia y es esperable que el arrozal de la Albufera no necesite tanta agua de los embalses como si el suelo no se hubiera humedecido estos días con la lluvia. Sabor agridulce pues para unas lluvias que podrían, ojalá, marcar un punto de inflexión el ciclo de sequía actual. Pero esto es meteoficción o un ejercicio de buenos deseos. Nada hay en el horizonte que lo acredite. Más bien al contrario, según la predicción estacional mas «probable» elaborada por Aemet, en los meses de mayo, junio y julio tenemos un 50% de probabilidades de tener una precipitación inferior a la normal y un 50% de sufrir una temperatura superior a la norma.

jsierra@epi.es

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