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Sonrisas brillantes

Aun que los ecos cervantinos prolongaron aquello de «Más vale un diente que un diamante», la verdad es que ambas cosas pueden „y deben„ ir a la par: el brillo de las joyas y el de una dentadura impecable que permite sonreír sin reparos. Esta oportuna alianza se escenificó en una fiesta, de las primeras en beneficiarse de nuestro mayo mediterráneo y opulento.

La acreditada Joyería Marfil y la clínica dental del matrimonio Lucía Asensio y José Luis Lanuza (galardonada con la distinción «Diamond» en ortodoncia invisible) concertaron una velada en el Marina Beach Club. Su terraza y alrededores de la piscina fueron escenario para dos modelos vestidas en blanco y negro por Alejandro Resta, exhibiendo piezas suntuosas de marfil, mientras en las pantallas se proyectaba el video «No a los morritos, sí a las sonrisas», significativo testimonio de la maestría vanguardista del dúo Asensio-Lanuza.

Tres buffets de exquisiteces para comer y beber puntuaban los desplazamientos de los invitados, con abrumadora „y elegante„ presencia femenina: Esperanza Vila, Isabel y Paula Rincón de Arellano, Maribel Cosme, Ángeles Casanova, Isabel Aliño, Teresa y Paz Navarro, Begoña Camps, Encarna Roig, Amparo Lacomba, Mª Ángeles Miguel y la citada Lucía Asensio, que daba fe de su gusto por la moda con un vestido espectacular, obra de la diseñadora Adriana Iglesias, cuyo éxito es grande en los países árabes y en sus tiendas de Marbella. También estuvieron presentes la familia Morata, el arquitecto Ramón Esteve, el sastre Antonio Puebla y los empresarios Javier García Alberni y Javier Monedero.

Nadie dejó de admirar las maravillas de la Joyería Marfil, no sólo las que mostraban las modelos itinerantes, sino también las que se exponían en vitrinas de diferentes estilos: «Art Déco», piedras semipreciosas y joyas de época en las que Marfil es especialista. Singularmente llamaron la atención dos auténticas piezas de coleccionista: dos zafiros de 19 y 22 quilates, engarzados respectivamente en una sortija y un broche, excepcionales por su valor intrínseco y la belleza de su diseño.

«Sonrisas brillantes» era el lema de la fiesta. Pero fueron, además, la complacida realidad de los asistentes, obsequiados con bonitos regalos, tanto de la Joyería Marfil como de la clínica Asensio-Lanuza.

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