Todo el arte era su fuerte ilusión, sea de recuperar, clasificar y divulgar. Con ello su vida estaba hecha y su talento advertido. Sin embargo, siguió adquiriendo esa cultura que le permitía que sus escritos fueran lo más cerca de lo justo y cierto, así que con el tiempo se doctoraría en Ciencias de la Información, se licenció en Filosofía pura, Analista de Arte, periodista y esteta. Nada se le pasaba a su ojo por alto, siendo siempre atenta a lo verdadero y digno de ser apreciado, y darlo a la atención de toda clase de gente, de alta, baja o media capacidad de comprensión.

Todo Arte era para informar y hacer camino, jamás despreció género, moda o la clasificación dentro de la escala de valores, normalmente subjetivas, de las diferentes épocas que vivió€ Que vivimos, pues ahí entro yo de forma totalmente objetiva, pidiendo humildemente perdón por mi afirmación que dejo a juicio de quien me ha leído o lea.

Olga Real Carbonell nació en Ceuta el 31 de enero de 1940. Muy joven, su familia se trasladó a Valencia, en donde se formó y realizó sus logros culturales ya mencionados. Se casó y fue madre, sin por ello dejar su trabajo divulgativo.

Aparte de colaborar fuera de nuestra Valencia, donde vivía, fue columnista del periódico Levante (entonces no recogía su primer logotipo de El mercantil valenciano). Olga, con su fuerte temperamento, perseveró e impulsó su trabajo en lo que después sería Levante-El Mercantil Valenciano.

Con su concepción de lo que era arte, fue alguien con quien congenié, al punto que cuando los medios informativos, todos, dejaron en silencio la pérdida del creador de la llamada Escuela Valenciana del Tebeo, o Historieta, antes de todos los tan «pomposos, como falsos», que diría D. Miguel de Cervantes.

Lo demás, como cantaría Conchita Piquer, «va sin música», pues Manuel Gago García, al fallecer el 29 de diciembre de 1980, Levante publicaba una esquela en la que se informaba de esta desgracia. Al notar que nadie, en esta España nuestra y de Cecilia, decía nada, el que suscribe se puso en contacto con la señora Olga Real, indicándole la importancia de esta triste noticia. Inmediatamente, y con lo que le dejé a su buen juicio, se puso a trabajar y sacó una exclusiva que ella redactó el 2 de enero de 1981 y que fue el detonante que recogió todo medio informativo nacional, prensa, radio etc. Fue la noticia bomba de aquel año, lo que se debía, y honraba el aprecio, cariño y cultura que Olga Real daba al tebeo valenciano y, en general, como arte ilustrado en viñetas y literatura.

El domingo 13 de septiembre del mismo año, Olga Real redactaba un gran reportaje homenaje a Manuel Gago y El Guerrero del Antifaz, analizando y acentuando la actuación de la censura. Escribía: «Por ejemplo como el personaje iba ¡Al ataque! Con la espada sin desenfundar».

Olga Real falleció el pasado día 29 de agosto, después de una dura lucha contra una enfermedad horrible, el Alzheimer.