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Maite Mercado

Metamorfosis

La televisión permite observar curiosas transformaciones vitales. Hablábamos el otro día del cambio de Risto Mejide, una persona distinta gracias al amor. Pero no es el único. Fran Rivera se reinventa como colaborador de «Espejo Público». Si para el presentador de «Chester in Love» ha sido su relación con Laura Escanes el detonante de la metamorfosis, en el caso del torero no queda tan claro porque ya lleva años súper feliz con Lourdes Montes, con tres bodas/bautizo/portadas de «¡Hola!» incluidas. Ha decidido «aceptar y no vivir siempre enfadado» siguiendo «el legado» más importante que le dejó su madre, Carmen Ordóñez: ser felices. Le hicieron un paseíllo desde el camerino hasta el plató en su primer día y saludó con un «¡qué guapa estás, Susanna!» antes de ocupar su puesto como tertuliano frente al un tanto estupefacto Ángel Antonio Herrera, con el que tuvo sus más y sus menos en el pasado.

Diez años llevaba toreando a la Griso para acudir al programa el que ha sido personaje de la prensa del corazón desde su nacimiento. Uno de los que pasaba de las páginas cuché a las amenazas y malos modos con los paparazzi. Su boda (la primera) con Eugenia Martínez de Irujo fue retransmitida en directo por TVE en 1998, algo solo al alcance de la realeza hasta ese momento. Años después demandó a las revistas «Qué Me Dices» y «Diez Minutos» por la publicación de informaciones que consideraba de ámbito privado. La demanda se desestimó.

El año pasado comenzó a colgar fotos en las redes para sabotear a los fotógrafos que acechaban día y noche tras el nacimiento de su hija Carmen y dando un paso más allá, ha decidido colaborar con el enemigo y convertirse en opinador de lo que sea, como su excuñado Cayetano Martínez de Irujo, que colabora en el mismo espacio. Si lo ve por los pasillos, le saludará porque son los dos muy educados.

«Ahora que trabaja en un programa de televisión y verá la de gente que hay detrás para sacarlo adelante seguro que ya no pedirá que retiren ninguno por muy molesto que le parezca», ha escrito Jorge Javier Vázquez en «Lecturas», porque la suegra de Fran se apuntó a una recogida de firmas para que retiraran «Sálvame», «una cosa muy muy fea porque jugar con el pan de los demás no está bonito». El protagonista confesaba riendo en el paseíllo que un amigo le dijo que vaya poca vergüenza le echaba con la vejez.

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