El Hospital Clínico de Valencia, que atiende a más de 325.000 habitantes de la ciudad y de l´Horta Nord, hace tiempo que llegó a su límite de posible crecimiento. Para solucionarlo, se firmó en febrero del 2008 un convenio con la Universidad Politécnica para la cesión de un solar de su propiedad de 10.890 metros, colindante al materno-infantil que permitiría ampliar el Clínico en un 30% llegando a los 107.697 metros cuadrados. El año 2.010 se acabó la actividad en dicho solar al trasladarse al Campus de Vera, quedando todos a la espera del cumplimiento del convenio firmado dos años antes.

Dicho convenio consistía en que la Conselleria de Sanidad se haría cargo del pago del suelo al que se trasladaría la instalación junto al Campus de Vera, más la construcción del edificio valorado todo en 14 millones de euros y al mismo tiempo se realizaría la ampliación del Clínico con una inversión de 52 millones de euros, aumentando su capacidad en 120 nuevas habitaciones y duplicándose los quirófanos.

Tras la firma, el día 11 de febrero del 2.008 realizó una visita al Clínico el entonces presidente Camps que aseguró que para mediados del 2.011 estarían terminadas las obras. Y posteriormente el entonces Conseller de Sanidad Cervera Taulet realizó un gran evento con la colocación de la primera piedra de las obras, por cierto actualmente bajo juicio en el Gurtel.

Desde entonces no hubo segunda piedra, imperando el más absoluto silencio. De tal modo que el 7 de marzo del 2.012 la Universidad Politécnica, cargada de razón al no haber recibido ningún dinero por el traslado y construcción del departamento de tractores, denunció la vigencia del convenio de cesión del año 2.008, estudiando actualmente dedicar éste solar a nuevas actividades. Se piensa en una gran sala de exposiciones.

Y mientras esto sigue en el aire, en el clínico -que no está para exposiciones- se repiten las escenas tercermundistas de un hospital como de Alepo, con tres enfermos en sus habitaciones/canariera acompañados de sus correspondientes familiares y con camas en los pasillos. Aquello más que un hospital es una concentración dominguera, que facilita los contagios y la incomodidad de pacientes y acompañantes al estar absolutamente faltos de privacidad.

Estamos sin lugar a dudas ante una situación de desigualdad en la atención con respecto a la recibida por los ciudadanos atendidos en otros centros que es como para ir a los tribunales. Porque mientras que el clínico, en su reducido espacio tiene que atender a 325.000 ciudadanos y se huye de pagar 52 millones de euros de su ampliación, en la nueva Fe solo se hace a 260.000 valencianos, tras haber recibido 380 millones de euros en su construcción. Así es como se consolida el modelo de ciudadanos de primera o de segunda por razón de residencia. En qué manos estamos?

Por ello es necesario que la nueva administración muestre su preocupación por la buena y sobre todo igual atención al paciente, retomando la solución de la ampliación del Clínico, haciendo algo práctico como la reunión de las partes y la reactivación del convenio, ya que desde que ostentan el poder no hemos visto aplicar más medidas que las encaminadas a desmontar la atención concertada, sin ocuparse en mejorar la medicina pública, como este caso demuestra claramente. Si se desea hacer una buena medicina pública se debe demostrar aquí. Retomando el convenio con el pago de la inversión de los 14 millones de la Politécnica y los 52 para el nuevo Clínico. Lo demás solo es prueba de la ineficacia y del fracaso de nuestros políticos que hablan mucho pero sin resolver los problemas. En resumen cabe una pregunta ¿Qué ha hecho la consellera Montón en estos dos años?. Pues desmontar lo que había sin hacer nada nuevo, ni un ambulatorio que llevarse a la boca. Eso sí mucho Madrid y ayuda al Sr. Sánchez, mientras aquí abandona a 325.000 ciudadanos maltratados y abandonados a la deriva. Resultado: Igual que el ciclista.