Ante el fracaso de las sanciones económicas y de las medidas diplomáticas contra el régimen de Kim Jong-un, que sigue amenazando a su vecina Corea del Sur con continuos ensayos nucleares y pruebas balísticas, EEUU quiere demostrar quién manda en la península de Corea y ha enviado a aguas del océano Pacífico a sus portaviones "Carl Vinson", uno de los más grandes de la flota estadounidense, con propulsión nuclear, capaz de desplazar a 6.000 militares y 90 aviones y helicópteros.

China, principal aliado del régimen comunista de Kim Jong-un, cuya relación con el vecino del norte no pasa por su mejor momento ha pedido contención a ambos países ante la escalada militar en la zona.

Hasta ahora, el armamento nuclear había servido, precisamente, como algo disuasorio para evitar un conflicto militar a escala mundial. Y esto hasta ahora se había evitado. Pero también es cierto, que nunca habíamos tenido como hasta ahora a dos siniestros personajes como son Kim Jong-un y Donald Trump. dirigiendo los destinos de un país.