El PSOE, cuando la democracia española sufre su peor crisis desde 1978, lleva año y medio viviendo una grave crisis interna. Yo esperaba que con el congreso del pasado fin de semana se terminaría la guerra interna, y se empezaría a hablar de las cuestiones que verdaderamente importan a los españoles. Sanchez lo ganó holgadamente y configuro una Ejecutiva con la gente que le había apoyado - excepto Patxi Lopez-. Pero al parecer me equivoque. Con el apoyo explícito de Sánchez, y siendo su mano derecha orgánica Ábalos el muñidor, en el PSPV se está promoviendo un candidato alternativo a su secretario general y president de la Generalitat, Ximo Puig.

Lo que abre una nueva crisis interna en la joya de la corona del PSOE, la Comunitat Valenciana. El argumento de los sanchistas sobre la ventajas de la bicefalia no se sostiene. Y ellos lo saben. Para recurrir a un ejemplo de nuestra tierra, todos los presidents de la Generalitat desde Lerma han simultaneado el cargo institucional con la dirección orgánica de su partido. La verdadera causa de esta alternativa tiene otra causa humana, demasiado humana: la venganza.

Sánchez no ha perdonado a los barones -como Ximo- la deslealtad con que se comportaron con él durante el período que va de las elecciones de diciembre del 2015 hasta el dramático Comité Federal de octubre de 2016. Ahí fue derrotada su propuesta de un Congreso Federal en noviembre, lo que hubiera supuesto celebrarlo en plena campaña electoral de las inevitables terceras elecciones generales -en caso de haberse aprobado su iniciativa- en menos de un año. La venganza es humana. Pero alguien con altura de estadista no puede caer en ese impulso negativo y autodestructivo.

Es obvio que esta dinámica conduce al PSPV a que haya dos candidatos en su próximo congreso: Ximo y Rafa García. Analizare someramente lo que suponen los dos posibles resultados de este Congreso.

1. Es elegido secretario general Rafael García, alcalde de Burjassot. Sin duda, un buen alcalde. Pero que a día hoy no creo que lo conozcan más allá del 1 % de los valencianos, siendo generosos. Y es derrotado en su propio partido un president de la Generalitat con un altísimo grado de conocimiento en la sociedad valencia, y una creciente popularidad en la misma. Que preside un Gobierno de coalición. ¿Qué autoridad va a tener un president que está en minoría en su propio partido?

2. Gana Ximo Puig. En mi opinión la más probable de las dos. Además de lo negativo que pueda ser para el PSPV un congreso acompañado de fuertes tensiones internas, Sánchez perdería la aureola de vencedor que ha adquirido recientemente en el congreso del pasado fin de semana.

3. Conclusión: el PSOE y Sánchez pierden con las dos posibilidades. Sánchez ha tenido una resurrección política milagroas, pero hasta Lázaro solo resucitó una vez. Ya no puede cometer más errores graves. Ni emborracharse de éxito. No tendrá una tercera oportunidad.

Yo, quizás porque soy optimista por naturaleza, creo que aún es posible el acuerdo. Las líneas maestras de este deseable acuerdo podrían ser: Ximo elegido por aclamación secretario general. Como contrapartida por su parte, generosidad en la conformación de la nueva Ejecutiva y una representación mayoritaria de sanchistas en la representación valenciana en el Comité Federal. Hasta el 15 de julio hay tiempo.