A las 21,17 del 20 de julio de1969, hora española, el módulo lunar Águila del Apolo 11 se posó sobre la superficie de la Luna. Horas después, a las 3,56 de la madrugada del 21 de julio, Neil Armstrong y Buzz Aldrin se convirtieron en los primeros humanos que pisaban la Luna. Se cumplen ahora 48 años de aquel hito de las exploraciones espaciales, uno de los aniversarios emblemáticos de la historia de la humanidad, que se conmemora cada año en todo el mundo. A Armstrong y Aldrin les acompañó en el viaje Michael Collins, que permaneció a bordo del Apolo 11 y no descendió a la Luna. Sucesivas misiones posteriores llevaron a otros astronautas a la superficie lunar, hasta 1972, año en el que el Apolo 17 fue el último de la saga. En estas décadas posteriores mucha gente se ha preguntado si aquellas hazañas sirvieron para algo e, incluso, hay quien duda de que realmente el ser humano haya llegado hasta la Luna. De lo que no hay duda es de que las exploraciones espaciales han aportado a la ciencia y el conocimiento algunos de sus capítulos fundamentales. Además de la llegada a la Luna, la realidad es que gracias a las sondas espaciales (tanto las de la NASA y la ESA como las de Rusia) hoy conocemos la realidad del Sistema Solar, porque antes de que ingenios humanos llegaran hasta los demás planetas, la visión que teníamos de ellos a través de los telescopios terrestres era muy limitada. La exploración espacial ha permitido abrir la posibilidad de que exista vida en Marte y en lugares tan remotos como Europa, una de las cuatro lunas descubiertas por Galileo en Júpiter, así como en Encelado y Titán, dos satélites de Saturno. Y también en Plutón, ese submundo al que la astronomía tachó de la lista de planetas antes de saber que la sonda New Horizons iba a descubrir allí en 2015 cosas inimaginables, como un posible océano de agua líquida bajo su superficie congelada. Queda mucho por explorar, por lo que a pesar del hito del Apolo 11 que rememoramos cada año, lo mejor de las misiones espaciales está por llegar y con toda probabilidad alcanzará su edad de oro en las próximas décadas.