Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Papilla mental

Animo al lector a dejar de contestar mensajes con memes, porque simbolizan con total precisión la degradación intelectual de nuestra sociedad. Hay gente que admite que se «informa» a través de los chats del teléfono. De puro evidente, no se ha estudiado nunca el resultado mental del aluvión de bromitas que recibimos. Los memes son las hachas de los bárbaros que destruyeron Roma. Aísle al vikingo no contestándole. Hay que ponerse en pie escribiendo cada mensaje, argumentando las ideas con cada letra y cada acento.

Seguimos manejando la lógica correspondiente a los productos informativos que se degustaban completos, con muchos puntos de vista. Sin embargo, la papilla final con la que una persona se va a la cama después de haber estado viendo el mundo a través de los chistes autoafirmativos no ha sido convenientemente analizada.

Se ha estudiado el daño que le puede provocar a un niño una película pornográfica, pero no cómo afecta a un ciudadano un día entero de mensajes sin filtro: un revoltijo de realidad y ficción compuesto de un policía nacional cantando ´a por ellos´, unos chistes sobre las axilas de Anna Gabriel y Rexona que abandona a los independentistas, un poco de porno, combinado con la propuesta de finalización de la Sagrada Familia en Alicante; con todo eso me voy a la cama.

El resultado final de esa deglución no ha sido suficientemente investigado. ¿Qué le ocurre al individuo cuando ve todo ese conjunto? Nos atrevemos a aventurar que, por lo menos, se le diluye la frontera entre realidad y ficción. Antes existía una cierta preocupación por lograr que los ciudadanos se enteran de lo que ocurre. Ahora da igual. Ahora ya no se pasa del conocimiento a la acción porque el conocimiento es un barullo que resulta difícil de desentrañar. Ningún esfuerzo, ninguna exigencia, ningún rigor. Todo mezquino, todo rastrero, todo banal. Esa forma insufrible de ir rebajando las expectativas sobre la información que merecemos. Cada vez damos menos. Cada vez esperamos menos. Cada vez somos menos. Que el sujeto-verbo-predicado sea el emblema de nuestro resurgimiento.

Compartir el artículo

stats