Este crudo invierno la meteorología española perdió a una de sus pioneras: María del Milagro García Pertierra. Considerada y reconocida como una de las grandes profesionales de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), formó parte del pequeño grupo de mujeres que lograron acceder en los años 60 y 70 al entonces llamado Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que después pasó a denominarse Instituto Nacional de Meteorología (INM) y actualmente Aemet. Se trataba de una época en la que la presencia femenina en el ámbito científico era irrisoria, y la meteorología no fue una excepción. Cabe recordar aquí que fue en aquellos años cuando en España se asentó el concepto de «hombre del tiempo». A lo largo de su larga trayectoria, García Pertierra se erigió en una pieza clave para el concepto de servicio público de la meteorología, especializándose en cuestiones como las relacionadas con Protección Civil y la atención al usuario, esto es, al ciudadano. Entre sus numerosos trabajos destacan La meteorología ayuda a producir alimentos y La precipitación como adversidad meteorológica, siendo este último un excelente estudio en el que atestiguaba, con datos científicos y económicos, que las inundaciones constituyen uno de los peores desastres por causas naturales, tanto en España como en el resto del mundo, incluyendo referencias a algunos de los grandes episodios de lluvias torrenciales que a lo largo de la historia ha sufrido nuestro país. Con su esposo, José Antonio Maldonado, formaba una de las parejas más carismáticas de la meteorología española, para la que desarrollaron juntos una labor impagable.