El último fin de semana de cada mes de octubre se atrasan una hora los relojes y se pasa al llamado 'horario de invierno'. En 2014 será justo este fin de semana, del 25 y 26 de octubre, cuando antes de marcharse uno a dormir deberá retrasar la hora de los relojes de casa para no llegar tarde a ningún lado al día siguiente.

Oficialmente el cambio se hace a las 3 de la mañana, cuando pasan a ser las 2, pero ¿cuándo empezó a cambiarse la hora?

Según recogen distintos estudios fue Benjamin Franklin, embajador de Estados Unidos en Francia, la primera persona que sugirió el ahorro de luz del día al despertarse varias veces a las seis de la mañana debido al sol tan resplandeciente que entraba por su ventana. Fue entonces cuando pensó que si la gente se despertaba antes podrían ahorrarse el aceite que por entonces se utilizaba para alumbrar y propuso una serie de medidas para ahorrar.

Sin embargo, no fue hasta la I Guerra Mundial cuando esta idea se puso en marcha y se trasladó a distintos países. De hecho, fue Alemania la primera que probó el cambio horario para reducir las horas de iluminación artificial. Posteriormente, en la II Guerra Mundial, Estados Unidos obligó al resto de estados a establecer el horario de verano para guardar recursos durante el conflicto. Así hasta que en 2005 se promulgó la ley de política energética que obligaba a extender el horario de verano a partir de 2007.

En la actualidad, esta medida la llevan a cabo unos 70 países de todo el mundo, quienes tratan así de que el uso de la luz artificial sea menor que la natural. En España el cambio de hora se viene adoptando desde 1974 y no viene exento de polémica ya que, según algunos expertos, puede provocar trastornos en el sueño, especialmente en niños y ancianos. Por suerte, en dos o tres días el cuerpo ya se ha habituado a su nuevo horario.

10 millones de euros de ahorro

El cambio horario permitirá ganar 135 horas de luz al año y ahorrar 10 millones de euros de la factura energética de la Comunitat Valenciana, según estimaciones de la Conselleria de Economía.

La Generalitat ha recordado que durante la madrugada el sábado 25 al domingo 26 finaliza el horario de verano y a las tres de la madrugada habrá que atrasar los relojes hasta las dos, un cambio que obedece a una directiva de la Unión Europea con el objetivo de ganar horas de luz solar.

El ahorro se produce entre los meses de marzo a octubre, ya que los días son más largos porque en esta época el sol sale antes y se pone más tarde y, además, se registra el periodo del año en el que la insolación es mayor para los países del hemisferio norte, como el nuestro.

Con la modificación horaria se hace coincidir el inicio de la jornada laboral con el amanecer, aprovechando así mejor la luz natural, con el consiguiente ahorro energético.

De esta manera, dicho aumento de la luz solar supone para la Comunitat Valenciana un ahorro total de energía de 59 GWh, lo que en el consumo se traduce en un ahorro económico anual en la Comunitat Valenciana de 10 millones de euros.

Según las estimaciones de la dirección general de Energía, en la Comunitat Valenciana el cambio de hora permite ahorrar un 6 por mil en el consumo eléctrico en aquellos sectores que aprovechan la luz solar.

De esta manera, el cambio de hora afecta fundamentalmente al consumo doméstico, que obtiene un ahorro en el consumo eléctrico cercano al 1 por ciento, lo que equivale a 7 millones de euros.

Alicante y Valencia son las provincias que más ahorros consiguen con el cambio de hora, debido a la mayor presencia del sector doméstico y servicios.

En la provincia de Valencia el ahorro en el consumo es de 28,5 GWh (gigavatios hora), la de Alicante ahorrará 24 GWh, y la de Castelló tendrá un ahorro aproximado de 7,1 GWh.

También se producen ahorros en el sector servicios, principalmente en los establecimientos hosteleros, grandes superficies y centros de ocio, debido a los aparatos de aire acondicionado. En este sector se estima que se producirá un ahorro de 2,6 millones de euros.

Por el contrario, en el sector industrial el ahorro es prácticamente inapreciable, ya que el uso del alumbrado en las factorías es independiente a la luz solar.