Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las pedaladas más solidarias

El deportistas guadasuarense recorre la vía verde más larga del territorio estatal en el proyecto Ojos Negros Up&Down

Las pedaladas más solidarias

En los últimos años (tal vez con la generalización de las dificultades económicas) se han convertido en enormemente populares las citas deportivas que unen a sus valores intrínsecos la solidaridad con organizaciones o colectivos que luchan por hacer de este mundo un territorio menos injusto. Carreras a pie, partidos de fútbol, campañas de navidad en los clubes... Cientos son las iniciativas en prácticamente todos los pueblos de la comarca. Además, existen deportistas que se obstinan en vincular sus excelentes dotes atléticas a la solidaridad y completan auténticas salvajadas físicas para llamar la sobre la situación de colectivos humanos perseguidos o en complicadas situaciones. Es el caso del atleta de Guadassuar Mario Bou Ortega.

El ribereño inició la pasada semana una nueva campaña con la que pretende mejorar las circunstancias vitales de las mujeres de la etnia masái, en Tanzania. Para ello, Bou completó una etapa de más de trescientos kilómetros, circulando por la vía verde más larga del territorio estatal, la que conecta la zona valenciana con la aragonesa. El reto se bautizó como el Ojos Negros Up&Down y discurrió por la parte de la misma vía verde transitable, ya que la zona de Santa Eulalia hasta el pueblo de Ojos Negros aún no está habilitada para transitar por ella.

En total, el ciclista guadasuarense pedaleó a través de 328,40 kilómetros, durante 18 horas y 40 minutos. El objetivo pasa por alzar la voz para conseguir que se movilice la ciudadanía y colabore económicamente para lograr fondos y poder subvencionar la adquisición de varios ejemplares de cabras para la Fundación Carpio-Pérez. Unas cabras que servirán para donarlas a las mujeres viudas masái y sus hijos en Tanzania. El hecho es que cuando mueren sus maridos, las mujeres masái se quedan desprotegidas y sin bienes, ya que todos ellos pasan a la familia del marido, quedándose sin nada para el cuidado y manutención de sus hijos, a veces entre seis y siete, y viviendo de la caridad de sus vecinos. Con estas cabras los mujeres y niños podrán tener un vaso de leche y posteriormente ver como crece su rebaño. Hasta el próximo 30 de agosto se puede contribuir en www.1km1sonrisa.org para conseguir las cabras necesarias.

«Un reto, pero más que deportivo, humano. El poder hacer mejorar la vida de otras personas gracias a nuestro sudor y esfuerzo. No sólo se trata de cabras, se trata de ayudar a la gente que nos necesita, la gente que vive en un lugar llamado mundo, un mundo en el que vivimos todos», explica Bou.

Otro reto para el deportista de Guadassuar que en pasadas fechas ya realizó el CV Extrem, que le llevó a recorrer todo el territorio valenciano por la costa con su bicicleta de carretera, realizando nada más y menos que cerca de 450 kilómetros.

Compartir el artículo

stats