El ministerio fiscal ha solicitado tres años y medio de cárcel para el exalcalde de Cullera Ernesto Sanjuán (PP) por el incendio que se declaró el 26 de abril de 2014 en la ladera de la Muntanya de les Raboses como consecuencia de los fuegos artificiales que autorizó pese a la prohibición existente por haber riesgo «extremo» de incendio forestal. Sanjuán se escudó en la tradición y alegó que no era la primera vez que se quemaba la montaña como consecuencia de los petardos que se disparan durante las fiestas.

En su calificación provisional, el fiscal pide el sobreseimiento de la causa respecto al que fuera edil de Fiestas, Andreu Piqueras, al considerar que no ha quedado acreditado que su conducta fuera constitutiva de delito. El ministerio fiscal también pide una indemnización para la Generalitat de 1.092 euros, importe que corresponde al coste de los gastos de extinción.

El fiscal considera que el exalcalde actuó con una «frontal inobservancia» de las «mínimas precauciones» que debían adoptarse a la hora de autorizar el lanzamiento de los fuegos artificiales por las fiestas mayores junto a la montaña que acoge el santuario y el castillo medieval del municipio, en un momento en el que había unas condiciones «absolutamente inidóneas» ya que soplaba un fuerte viento en la zona. Las llamas, que obligaron a evacuar varias viviendas y a retirar los vehículos que se encontraban en calles cercanas, se extendieron hasta calcinar 3,2 hectáreas de superficie. Varios vecinos desalojados aportaron su testimonio al sumario.

En años anteriores, como consecuencia del lanzamiento de otros castillos de similares características, se habían producido en la misma montaña de Cullera otros incendios aunque de «escasa extensión y consecuencias», en 2010, 2011 y 2013. Pese a ello, se volvió a escoger como lugar de lanzamiento éste «amparándose en la tradición», subraya el ministerio fiscal en sus conclusiones provisionales.

Aviso por fax y telefónico

El día acordado, el 26 de abril, se había decretado por el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat riesgo extremo de incendio forestal en función de las valoraciones del oficial jefe de guardia del Consorcio Provincial de Bomberos, que envió a las 12.59 horas envió un fax al Ayuntamiento de Cullera para informar de este hecho. Se comunicó también el aviso telefónicamente.

En el fax —dirigido al alcalde— se recordaba el riesgo decretado y se señalaba que, según la normativa, en estas circunstancias estaban prohibidos los espectáculos pirotécnicos en terreno forestal o en sus proximidades. El alcalde, pese a todo, sin consultar con ningún experto, ordenó el lanzamiento en un momento en que la humedad relativa era del 63 por ciento, la temperatura de 14 grados y el viento soplaba a 80 kilómetros por hora. El fuego fue extinguido casi un día después.