Al mal tiempo, buena cara. El manido dicho popular cuenta con argumentación científica, como estos días se ha podido comprobar en Almussafes. La psicóloga Celia Fernández Sánchez, dirigió el taller de Risoterapia en el que, desde las 16 y hasta las 17 horas de ayer miércoles, participaron un grupo de catorce jubilados y pensionistas almusafenses.

Los participantes pudieron dedicar una hora a aprender, de forma divertida y amena, diferentes técnicas y juegos tendentes a mejorar el sentido del humor. De hecho, son muchos los estudios científicos que certifican que reír y sonreír tiene un efecto positivo en el bienestar ciudadano, puesto que elimina el estrés, disminuye los riesgos de enfermedad y permite afrontar los problemas del día a día desde un nuevo prisma social de positividad.

En este sentido, la sesión grupal se inauguró con unos ejercicios de calentamiento que permitieron romper el hielo y promover la interacción de los alumnos de la localidad ribereña.

Las emociones se desbordaron poco después con la siguiente parte de la sesión, en la que a través de unas dinámicas motivadoras, se provocó la risa de los participantes.

Con esta nueva experiencia de la risoterapia, el Ayuntamiento de Almussafes retoma la iniciativa que empezó a desarrollar en el año 2011. «Una buena carcajada puede ayudar a liberar emociones, especialmente las emociones que tendemos a mantener reprimidas en nuestro interior. Todo se ve mejor después de una buena risa y la vida se logra ver desde una perspectiva más feliz y positiva, elementos que también contribuyen, sin duda, a la mejora de nuestra salud», adujo la edil de la Tercera Edad, Paqui Oliver, quien no dudó en anunciar la oferta de nuevas ediciones del taller.

Dada la imposibilidad de celebrar el curso, convocado desde la Concejalía de la Tercera Edad, en el Hogar del Jubilado, como consecuencia de las obras de cubrimiento de sus patios interiores que está ejecutando el consistorio municipal, la sesión se impartió en la sala de música del Centro Cultural.