El proyecto de restauración de la Torre de las Palomas que pretende convertir este elemento de carácter defensivo en un pequeño museo en el corazón del valle de la Murta contará con una aportación de 900.000 euros de la Generalitat Valenciana, según desveló ayer la concejal de Patrimonio Histórico, Isabel Aguilar, durante una visita al paraje junto al presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Txema Peláez, que anunció la intención de celebrar un pleno del ente comarcal en la Murta para contribuir a la promoción del enclave.

Aguilar dejó entrever que las obras de rehabilitación comenzarán a finales de año, una vez la Generalitat cumpla todos los plazos administrativos de licitación y adjudicación, y esta inversión se complementará con los 150.000 euros que destinará el ayuntamiento para musealizar la torre. «Por primera vez se apuesta por una inversión muy fuerte en la recuperación del monasterio, en dos vertientes, por una parte la conselleria, que dará 900.000 euros, y la otra vertiente es la municipal, con 150.000 euros para la musealización de la torre», detalló la concejal. «Hay plazos que cumplir, primero la restauración y rehabilitación», incidió, mientras señalaba que las obras podrían comenzar a finales de año.

Por otra parte, a preguntas de los periodistas, la edil descartó en estos momentos limitar el acceso de visitantes al paraje y, por contra, abogó por reforzar la vigilancia en ciertas épocas en que la Murta, según reconoció, se masifica.

Por su parte, el presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta, Txema Peláez, recogió el guante lanzado por el ayuntamiento y se mostró decidido a celebrar un pleno del ente comarcal en la Murta. «Será en breve, posiblemente la próxima sesión», dijo, a falta de concretar fechas con el ayuntamiento. «Muchos alcaldes de la comarca se quedarán sorprendidos porque estoy convendido de que mucha gente aún no conoce la Murta», auguró.

El director del MUMA, Agustín Ferrer, explicó que el proyecto pretende aprovechar las distintas plantas de la Torre de las Palomas para exponer el proceso de construcción -se trata de un ejemplo de arquitectura militar ya que en ella se protegían los monjes ante cualquier ataque- y, a través de monitores, mostrar una visión completa del valor histórico y ambiental del paraje de la Murta.