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Medio Ambiente

Los pescadores de Sumacàrcer alertan de la proliferación del mejillón cebra en el Xúquer

Los aficionados detectan una importante colonia de esta dañina especie invasora en el azud de la Acequia Escalona

Los pescadores de Sumacàrcer alertan de la proliferación del mejillón cebra en el Xúquer

La proliferación del mejillón cebra (Dreissena polymorpha) en las aguas del Xúquer y sus afluentes lleva camino de convertirse en un verdadero problema ya no solo para la fauna autóctona, sino también para el ser humano. Los pescadores del club de pesca de Sumacàrcer han levantado la voz de alarma por la gran cantidad de ejemplares de esta especie invasora que se han encontrado en el azud de Escalona, mientras que los expertos alertan de que se trata de una molusco muy difícil de controlar, que desplaza a las especies autóctonas y que se pega a cualquier superficie que encuentra, lo que provoca daños en las estructuras que se instalan en los ríos para controlar el paso del agua como compuertas o diques.

Los pescadores sumacarcelinos avisan de que en los últimos meses han aparecido muchos ejemplares de este tipo de mejillón, que se detectó por primera vez en aguas nacionales en el Ebro, sobre todo adheridos a las algas que se suelen extraer enganchadas a las áncoras que se utilizan para pescar el lucio o al «black bass». «Empezaron a verse los primeros ejemplares hace medio año, pero ahora cada vez se sacan más. Prolifera muy rápido», indica un pescador local. «Si aquí ya está lleno, no puedo imaginar como estará el pantano de Tous», añade.

Además de los pescadores, la presencia en abundancia de esta especie la corroboró hace apenas unos días un buzo aficionado de la zona, que se sumergió para ver la cantidad de mejillones cebra fijados a las piedras o a los trastos vertidos en el fondo del río. De hecho, el voluntario sacó diferentes elementos como dos baterías, plásticos y maderas con gran cantidad de estos moluscos pegados, confirmando que no se trata de una concha que está de paso.

El biólogo Salvador Argente, por su parte, señala que se trata de un molusco bivalvo muy difícil de controlar que ha encontrado en las aguas del Xúquer un lugar idílico para proliferar. «Crece con gran facilidad, se pega a cualquier superfície y se alimenta de materia orgánica», explica Argente, mientras indica que la ausencia de un depredador natural también ayuda a su proliferación. «Las especies introducidas han desplazado a otras autóctonas como la madrilla, que es muy voraz, por lo que no tienen ningún depredador natural que ayude al control de este molusco», añade. En este aspecto, el experto de Xàtiva asegura que en el Ebro, donde ha colonizado casi totalmente la cuenca del río, se suelen encontrar en colonias muy pobladas, por lo que «es fácil que la gran cantidad de ejemplares que están apareciendo en Sumacàrcer se deba a que se han asentado allí y han formado una colonia», argumenta.

Desplazamiento río arriba

Los estudios realizados por la Confederación Hidrográfica del júcar (CHJ) concluyen que el mejillón cebra se desplaza mediante la navegación fluvial por ríos y canales, enganchado a las embarcaciones. Argente, además, considera también importante el desplazamiento en forma de larva, antes de formar el caparazón. «Suelen utilizar insectos o los mismos peces para desplazarse, así consiguen remontar kilómetros arriba. Cuando empiezan a formar la cáscara, su propio peso les impide moverse y se fijan en un lugar». De hecho, estos ejemplares suelen aglutinarse entre sí, formando con sus cáscaras auténticas murallas.

Según el biólogo, desde la piscifactoría que tiene la conselleria en El Palmar se realiza desde hace años un control de este tipo de bivalvos, aunque no existe una brigada que se dedique exclusivamente a estudiar la evolución del mejillón cebra. La CHJ, por su parte, lleva a cabo desde 2015 una campaña especial de seguimiento de las poblaciones de mejillón cebra en las masas de agua de la demarcación, unos datos que este periódico intentó actualizar a través de la propia CHJ, sin éxito.

No obstante, los últimos apuntes del organismo de cuenca señalaban que este molusco invasor se encontraba ya en el embalse de Forata, en el río Magro; en Tous y en azudes y canales en aguas del Xúquer, abajo del pantano.

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