El tripartito alcireño aparcó en el último pleno la modificación de la ordenanza de animales de compañía que planteaba limitar a un máximo de cinco el número de mascotas que se puede tener en una vivienda y no regulará este aspecto hasta que les Corts aprueben la nueva ley autonómica de protección, bienestar y tenencia de animales que, en base al borrador presentado por la Conselleria de Medio Ambiente como base del debate, ofrecerá cobertura legal a los ayuntamientos para fijar esta limitación. Así lo ha explicado el alcalde de Alzira, Diego Gómez, que ostenta el área de Sanidad en el ayuntamiento. «El problema es que no hay un marco legal que pueda cubrir eso, se está reformando la ley y nos vamos a esperar», comentó.

El alcalde señaló que la propuesta de revisar la actual ordenanza municipal surgió a raíz de un expediente abierto a un vecino que acogía en su casa a varias decenas de animales. Hasta ahora, indicó, la normativa únicamente contempla como limitaciones que las mascotas generen un conflicto con los vecinos o puedan acabar representando un problemas sanitario. «No podíamos denunciarle por tener cuatro, cinco o veinte animales porque no está regulado», comentó.

La nueva ley que pretende aprobar el Consell contempla que los ayuntamientos puedan establecer un número máximo de mascotas por vivienda y, al mismo tiempo, abre la puerta a que puedan fijar también una tasa a los propietarios de perros. El alcalde de Alzira señaló que la intención del equipo de gobierno es esperar a que esta nueva legislación se apruebe para, después, ajustar la ordenanza municipal, que ya fue modificada hace apenas un año con el objetivo principal de frenar los orines de perros en fachadas, propiedades privadas y mobiliario urbano.

La modificación propuesta el pasado mes de febrero, que provocó la airada reacción de la protectora de animales Lacua y finalmente quedó sobre la mesa en el pleon, planteaba como principales aspectos la prohibición de tener más de cinco mascotas en unas vivienda y la obligación de los propietarios de perros de llevar consigo una botella de agua cuando salgan con sus mascotas a la calle para «minimizar el efecto de las micciones en las vías, espacios públicos y mobiliario urbano».