El planeamiento de la Bega-Port no sufrirá grandes variaciones. La volumetría se definió hace muchos años y ninguna administración pública puede modificar ahora la edificabilidad sin obligarse a indemnizar a los propietarios de esos derechos urbanísticos. Por tanto, nadie espera grandes cambios en el diseño ya aprobado. Los dueños de los solares se proponen edificar 33 torres de veinticinco alturas y otros dos rascacielos de cuarenta que se destinarán a uso hotelero. Por eso tomó popularmente el nombre de Manhattan. Ocupa una superficie de 610.340 metros cuadrados y tiene previsto albergar 4.883 viviendas. Ahora sólo queda resolver la reparcelación.